"La recuperación económica vendrá de iconos como Atapuerca"

N.M.J. (Ical)
-

El director gerente del MEH asegura que están desarrollando su programación "con normalidad" y esperan que el presupuesto "no se vea mermado por las circunstancias"

Alejandro Sarmiento, en el MEH. - Foto: Ricardo Ordóñez (Ical)

El Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos celebró el 13 de julio su décimo aniversario, destacando como un referente internacional y un ejemplo de investigación, difusión y conservación. Este 2020, pese a la crisis del COVID-19 que obligó al centro a cerrar sus puertas durante dos meses, obtuvo un gran éxito en redes sociales, logrando alcanzar hasta los 100.000 seguidores. Asimismo tras su reapertura se han logrado mejorar mes a mes el número de visitas, y ya se encuentran desarrollando la programación de los próximos meses, puesto que esperan que se pueda llevar a cabo con normalidad, y que el presupuesto “no se vea mermado por las circunstancias”.

Recientemente el centro ha cumplido 10 años, ¿qué balance hace de esta década de trabajo?

Estoy muy satisfecho del desarrollo que ha tenido el museo y sobre todo muy agradecido. Cumple 10 años en el contexto del proyecto Atapuerca, que no es fruto de la casualidad. Hay desde el inicio una voluntad creadora por parte de los codirectores y felizmente se ha conseguido un consenso y un respaldo tanto político como por parte de la ciudadanía para hacer posible el museo. Creemos que este es el museo más importante del mundo en su género, donde nos encontramos las evidencias científicas sobre evolución humana más importantes, pero además, creemos que el esfuerzo por desarrollar una programación cultural que genere lazos, que vincule a los ciudadanos con nuestro proyecto, tampoco tiene parangón en ningún sitio del mundo. Para los museos, y sobre todo para los de ciencia uno de sus retos principales es mantener el interés de los ciudadanos, y de su colección permanente. A los cinco años de su apertura normalmente todos los museos tienen su bajón. Si comparamos los datos del 2013 de la exposición permanente con el 2019, hemos aumentado las visitas a nuestra exposición permanente, más de un ocho por ciento y hemos multiplicado por tres los usuarios de nuestras actividades.

¿Qué ha supuesto para la región?

Creo que Castilla y León es un territorio privilegiado porque tiene una serie de señas de identidad y una de esas es Atapuerca, pero no solo como yacimiento, sino como proyecto. Esta idea de Atapuerca como proceso científico ha derivado en una auténtica palanca de desarrollo territorial y cultural, y me atrevo a decir que es envidiado y quiere ser copiado en otras partes del mundo. Realmente lo que interesa en todo el mundo es cómo a través de un proyecto científico se ha podido aunar a la iniciativa privada y a la iniciativa científica. Cuando se abrió el museo entendíamos que esta ciudad necesitaba un nuevo impulso, y la centramos en la idea de la evolución humana. Desde la apertura del Museo a hoy, las pernoctaciones en Burgos han crecido un 37 por ciento. Gracias a Atapuerca esta ciudad y Castilla y León han conquistado la modernidad. Es un icono de lo que quiere ser la región en el siglo XXI , que aúna ciencia, desarrollo territorial, rural  y excelencia. Por eso tenemos muchos motivos para soplar estas diez velas.

La situación este último año ha sido bastante complicada por el COVID-19, ¿cómo lo ha vivido el Museo?

Estas circunstancias las afrontamos desde el trabajo y el empeño por sacar nuestro proyecto adelante. El 14 de marzo fue un día que nunca olvidaré, cuando tuvimos que cerrar el Museo, y el 1 de mayo ya sacamos una programación online, donde todos los días proponíamos una actividad en directo. En mayo tuvimos 50.000 seguidores de esta programación, en junio 80.000 y en julio más de 100.000. Tuvimos en julio el propósito de que bajo ningún concepto la campaña podía parar. Si en mayo teníamos un descenso del 90 por ciento respecto al año pasado, en julio volvimos a abrir todo el mes completo, esto baja al 51 por ciento, dentro de la magnitud del desastre, pero del 1 al 15 de agosto estamos hablando del menos 35 por ciento. Dentro de lo malo de los datos, hay signos de esperanza. La recuperación económica va a venir de signos de identidad que tienen una repercusión cultural, turística y territorial como Atapuerca, y por eso creo que estamos en el camino .

Ha comentado esta programación online que habéis llevado a cabo estos meses, ¿siguen con ella?

Hemos planificado nuestra programación trimestral hasta el 30 de septiembre. Tenemos 120 actividades, un gran número de ellas son 'on line'. Vamos a contar ahora en septiembre con periodistas como Javi Nieves, Pepa Bueno. Al final, estas circunstancias nos llevan a una reflexión, y el modelo es generar lazos con la ciudadanía. Fruto de esta pandemia iniciamos una programación 'on line', y nuestro museo que tiene más de 110.000 seguidores, ha conseguido que solo en julio sigan más de 100.000 personas nuestras actividades. Es evidente que hemos visto una clave para llegar a gente. En un plano ideal las actividades tienen que ser presenciales y a la vez dar la oportunidad para que las personas que físicamente no pueden asistir puedan seguirlas 'on line', pero creo que el mundo 'on line' no tiene que ser un sustituto fácil del presencial. También estamos apostando porque nuestras actividades sean en directo, no creo en la cultura enlatada o en la reposición.

¿Considera que en la redes sociales está parte del futuro del Museo?

Considero que el futuro de este museo y de cualquier otro es su capacidad para generar lazos con los ciudadanos. Al final esta es la idea troncal que tiene diferentes manifestaciones. Si en 1998 Atapuerca buscaba esa creación de una estructura de divulgación, de socialización y de conocimiento de un máximo nivel, el camino de esa socialización se hizo a través de las publicaciones en las revistas científicas, de las exposiciones itinerantes, pero la sociedad cambia. Las redes sociales, los contenidos digitales son canales diferentes para seguir un mismo objetivo: salir al encuentro del ciudadano. Lo que queremos es que todo el mundo conozca nuestro proyecto, lo que estamos generando es sociedad, en la medida en la que estamos generando un campo democrático de acceso a la cultura.

¿Se ha conseguido llegar más a los jóvenes?

Desde luego. Estamos desarrollando una estrategia de público, frente a esa idea de un museo rígido, como un lugar donde no se puede hacer nada. Nuestra primera apuesta fueron los jueves acústicos, la música, pero inmediatamente empezamos con que los chavales pudieran celebrar sus cumpleaños aquí, o incluso a pasar la noche en el museo. Cuando hablamos de las señas de identidad de un territorio, en el orgullo de los castellanos y leoneses tiene que estar este proyecto, y en la medida que los chavales pueden asistir aquí a un concierto y ver que este espacio público es suyo. Estamos muy satisfechos con la respuesta de los jóvenes. Nos intentamos anticipar a las circunstancias, y en el mes de agosto estamos desarrollando una serie de talleres orientadas al público familiar.  Intentamos siempre sorprender, y no debemos parar, no nos lo podemos permitir.

Hablando de jóvenes, el curso académico está al caer, y soléis organizar durante el curso académico actividades con los niños. ¿Cómo se llevarán a cabo este año?

Tenemos todas las medidas de seguridad y actividades con chavales todos los días, y esperamos en el mes de septiembre, si las autoridades sanitarias lo permiten, seguir haciéndolo. Estoy seguro de que vamos a obedecer sin cuestionar ningún mandato, y que dentro de lo que podamos hacer lo vamos a desarrollar, sean cuales sean las circunstancias, al máximo nivel.

¿Planes de futuro para próximos meses?

Estamos preparando nuestra programación, que es cuatrimestral. Nuestro propósito es volver. Hemos conseguido, después del parón, que la programación que anunciamos de enero a junio, y que tuvimos que suspender el 14 de marzo, la hemos llevamos a este verano. Nuestro compromiso era no suspender nada sino posponer en la medida de lo posible. Estamos desarrollando nuestra programación con normalidad porque también confiamos en que el presupuesto no se vea mermado por las circunstancias, porque eso sería terrible. Estamos planificando tres exposiciones nuevas, una en la sala de temporales, otra exposición en la de pieza única y otra en la planta del pasillo. Trabajamos con normalidad, porque no tiene ningún sentido anticipar escenarios.

Ha comentado las cifras de visitas de estos meses. ¿Ha sido un golpe muy duro para el Museo las pérdidas o se podrá recuperar a final de año?

Esta es una situación durísima. Hemos obtenido en los años normales sobre 2.850.000 euros de presupuesto público, el 35 por ciento inferior con el que nació el Museo. Estamos obteniendo unos retornos por venta de entradas de casi 1.200.000 euros, casi un 40 por ciento a groso modo de sostenibilidad. Evidentemente esos números bajarán, pero no podemos olvidar en los últimos años el excedente por el desarrollo de las visitas a la sierra de Atapueca. Desde 2013 al 2020 hemos generado un superávit de casi 600.000 euros gracias al buen hacer del modelo actual con la Fundación Atapuerca. Cuando uno ha generado en los años anteriores un superávit de más de 600.000 euros, lo que sería impensable es que se tuviera cualquier tentación de bajar las revoluciones de este proyecto.

¿Considera que es la cultura uno de los sectores que se va a ver más afectado con esta situación?

Desgraciadamente la cultura es un sector que habría que declarar zona catastrófica, pero no quedarnos en eso, sino impulsar medidas concretas e impulsos. Ha acertado el consejero pidiendo un gran pacto por la cultura a todas las fuerzas políticas, Castilla y León está siendo un ejemplo en el ánimo de concertación de todas las fuerzas políticas a ese pacto para salir todos juntos de la crisis, pero las declaraciones rimbombantes de pactos si no van unidas a financiación y medidas concretas a favor de los sectores, es algo estéril.