José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


España vaciada

20/07/2022

Es una especie de espejismo que se produce todos los años en verano. Te mueves por la provincia con cierta parsimonia y observas cómo nuestros pueblos y aldeas están llenos de vida. Por todos los sitios ves albañiles improvisados haciendo pequeños arreglos. Los más osados, subidos a los tejados a reparar desperfectos. Muchas de las casas que se han ido manteniendo abiertas a duras penas con esfuerzos hechos por sus propietarios a lo largo de años ahora tienen el fruto. Siguen mirando cuando atraviesas con el coche pero de otra forma a cómo lo hacen los pocos vecinos permanentes. Entonces uno se pone a pensar lo bueno que sería que esa vida estuviera todo el año. Pero no nos hagamos ilusiones. Estamos en la España vaciada que recibe en vacaciones a sus legítimos moradores que 'les' exiliaron a las grandes ciudades en las últimas décadas 'gracias' a una política que primaba el desarrollo urbano a costa del medio rural. El progreso estaba en la capital.

La verdad es que mucho hablamos de la España vaciada y que hay que hacer algo. A todos los gobiernos se les llena la boca de promesas que incumplen sistemáticamente porque en el fondo les importa un pimiento lo que piensen esos pocos miles de ciudadanos envejecidos que como héroes permanecen en los pueblos manteniendo el tipo.

No creo haber escuchado ni una sola frase al presidente Sánchez sobre este problema en el reciente debate del estado de la nación. Claro, que tampoco estuve muy pendiente. Lo rural no preocupa salvo que convenga hacer algún anuncio de algún plan maravilloso del que nos olvidamos inmediatamente. Esto suele coincidir con época electoral. Mientras tanto, la realidad es la que es. La actividad ganadera sigue comprometida con los ataques de lobos sin riesgo de extinción sin que el Gobierno central haya hecho nada por entender el problema y su repercusión en la maltratada economía rural. Y por poner otro ejemplo de actualidad está la supresión de paradas del transporte público en decena de lugares de la provincia. ¡Otro gran favor en la lucha contra la despoblación! 

Por mucho que digan y escriban, la verdad es que la sensibilidad de nuestros dirigentes con el problema del envejecimiento y consiguiente despoblación rural es francamente mejorable. En fin, tan sólo queda recomendar disfrutar del verano hasta que llegue septiembre y las casas vuelvan a cerrarse. Una lástima.