Pasado el mal trago de perder el 'número uno' mundial sin haber luchado por él, Carlos Alcaraz partirá mañana hacia Argentina para participar en el ATP 250 de tenis de Buenos Aires, que tendrá lugar del 13 al 19 de este mes de febrero.

El murciano tiene perfilado el calendario en su inicio de temporada y, tras competir en ese torneo, tomará parte en Río, Acapulco, Indian Wells y Miami para luego regresar a Europa y seguir compitiendo ya en tierra batida. El objetivo, volver al Olimpo. 

A sus 19 años y ocupando el segundo escalón del 'ranking', ya tiene las maletas casi preparadas para viajar e iniciar la primera gira americana del año, la cual le llevará luego a Brasil para disputar el ATP 500 de Río, un campeonato que conquistó el pasado año y en el que luchará por revalidar título del 20 al 26 de este mes.

Posteriormente, le espera otro ATP 500, el de Acapulco, que se celebrará en esa localidad mexicana del 27 de febrero al 5 de marzo.

A continuación, llegarán los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami, ambos en EEUU, el primero de ellos del 8 al 19 de marzo y el segundo, que por cierto también ganó en 2022, del 22 de marzo al 2 de abril.

El de El Palmar disputó su último partido el 4 de noviembre en los cuartos de final del Masters 1.000 de París-Bercy, el que jugó ante el danés Holger Rune y en el que abandonó por un desgarro en la musculatura oblicua de la pared abdominal izquierda. Poco después, cuando ya estaba recuperado de esa dolencia, sufrió una lesión en el músculo semimembranoso de la pierna derecha el 6 de enero en un entrenamiento de preparación para el Abierto de Australia.

Así pues, han transcurrido 95 días sin competir y, por fin, Alcaraz ve la 'luz'.

Será en Buenos Aires, donde partirá como primer cabeza de serie al no comparecer Djokovic, y entre sus rivales figuran el británico Cameron Norrie, undécimo en la clasificación ATP, el italiano Lorenzo Musetti (18), el argentino Diego Schwartzman (28) y el español Albert Ramos (54).

Gran favorito

Sobre el papel, Alcaraz es el favorito, pero el hecho de llevar más de tres meses sin competir es un claro hándicap para él. En todo caso, tras superar los problemas físicos que le acompañaron, estuvo preparándose a fondo en la Equelite JC Ferrero Sport Academy de Villena, localidad alicantina en la que reside desde hace varios años y en la que recibió un cálido homenaje antes de cruzar el 'charco'.

El palmareño, acompañado por su entrenador, Juan Carlos Ferrero, fue agasajado en el Ayuntamiento de Villena y firmó como «Carlitos» en el Libro de Honor de la población con una dedicatoria llena de cariño. En un emotivo acto, mostró «las muchas ganas» que tiene de volver a competir y admitió estar «totalmente recuperado y listo para empezar».