El caso del fraude de ataúdes de Valladolid salpica a Burgos

I.E.
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El juzgado que instruye la causa ha contactado con al menos una vecina de la capital a la que la funeraria El Salvador estafó presuntamente al quedarse con un féretro que no incineró

El tanatorio El Salvador está en Valladolid.

Cuando hace poco más de un mes le llegó la carta al buzón y observó que el remitente era un juzgado de Valladolid se quedó muy extrañada. Cuando la abrió y leyó el contenido lo único que sintió es rabia y dolor. La muerte de un marido para una mujer joven como nuestra protagonista -que prefiere permanecer en el anonimato- no termina de olvidarse, pero el sufrimiento sí empieza a remitir. En las últimas semanas los recuerdos de aquellas fechas -de las del fallecimiento de su esposo- se han agolpado en su memoria con la misiva recibida, en la que el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid le insta a unirse a la denuncia contra la funeraria El Salvador, pues consta en el listado de perjudicados a los que el tanatorio «pudo sustraer el féretro antes de su incineración».

«Sentí una rabia horrible cuando lo leí, porque me vinieron todos los recuerdos de aquellos momentos, sobre todo del día del sepelio», evoca. La pareja había suscrito un seguro con una compañía. Como ambos eran originarios de Zamora, el funeral se celebró allí pero ella decidió que la incineración tuviera lugar en Valladolid, de camino a Burgos, donde tenía previsto regresar ese mismo día. Tal era su conmoción de aquella jornada que hasta ahora no ha recordado que la cremación tuviera lugar en el tanatorio El Salvador y, por tanto, no tenía ni idea de que pudiera figurar en una lista de posibles afectados por el caso de la supuesta macroestafa que sacó a la luz la Policía Nacional en 2019, cuya instrucción sigue en curso.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)