Burgos perderá 4.000 electores desde las últimas municipales

D. ALMENDRES
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La actualización del censo confirma la tendencia negativa en las convocatorias del presente siglo

Elecciones de 2019. - Foto: Valdivielso

El imparable envejecimiento de la población que sufre Burgos en las últimas décadas tendrá su impacto directo en las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, cita en la que la provincia perderá 4.000 electores con respecto a la celebrada en el año 2019. De ellos, 2.700 solo en la capital. 

Aunque el censo electoral para la convocatoria de 2023 sigue abierto y aún sufrirá ligeras variaciones en las próximas semanas, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya ofrece datos oficiales de la cruda realidad de la situación.

A la espera de que se actualicen las cifras finales correspondientes al mes de diciembre en curso, Burgos cerrará 2022 con un censo de 295.227 de posibles votantes, lejos de los 299.097 llamados a acudir a las urnas en las últimas elecciones municipales.

La provincia ha perdido en este tiempo 4.751 residentes con derecho a voto (según el informe CER), un duro golpe mitigado con el auge de los residentes en el extranjero (informe CERA). En este apartado los electores han crecido desde los 17.746 burgaleses censados fuera del país en mayo de 2019 a los 18.627 reflejados en este momento para reducir un vacío que va mucho más allá del puro y frío elemento estadístico.

Los ciudadanos de la provincia residentes en el extranjero y llamados a votar en 2023 se encuentran en más de 100 países del mundo. Argentina, con 5.048 censados, es -tradicionalmente- el destino que suma más burgaleses. Este país destaca por encima de otros puntos de referencia de la emigración como son Francia (1.615), México (1.529), Estados Unidos (1.102), Alemania (1.080), Chile (1.058) o Reino Unido (924).

Este incremento de 881 posibles votantes afincados fuera de las fronteras españolas reduce el impacto en un censo electoral que no deja de menguar a medida que la provincia pierde habitantes. 

Burgos capital suma en este momento 133.651 ciudadanos convocados para las mencionadas elecciones municipales, mientras que Miranda de Ebro alcanza los 26.658 y Aranda de Duero, los 24.330. Más allá de los 20.495 electores residentes en entidades de ámbito territorial inferiores a un municipio, cabe destacar los 9 ciudadanos convocados en Villamedianilla y los 5 de Jaramillo Quemado entre los municipios que cosen la provincia.

La tendencia negativa se agudiza tomando como referencia las diferentes elecciones municipales celebradas a lo largo del siglo XXI. En la cita de mayo de 2015 el censo electoral sumó un total de 301.831 personas con derecho a voto, 6.600 más que las cifras manejadas en este momento.

La pérdida de población protagonizada en los últimos 20 años es evidente y basta un simple golpe de vista para comprobar esta dura situación. Los 276.600 residentes burgaleses contabilizados en la actualidad contrastan con los 281.351 de 2019, los 286.233 de 2015, los 289.846 de 2011, los 292.308 de 2007 y los 294.613 de 2003.

En total, Burgos ha perdido en este siglo 18.000 posibles votantes residentes en la provincia, si bien los electores en el extranjero han crecido de los 8.775 registrados en 2003 a los mencionados 18.627 de la actualidad.

El envejecimiento de la población también provoca que la media de edad del electorado crezca de forma significativa desde la últimas convocatoria. El territorio burgalés ha perdido 3.000 habitantes en estos cuatro años y de las 84.405 personas mayores de 65 años en la provincia antes de las elecciones municipales de 2019 se ha pasado a los 87.883 de noviembre de 2022.