La competitividad se consolida pero crece menos que la media

David Alonso
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El informe del Consejo de Economistas sitúa a Castilla y León como la séptima a nivel nacional, y recupera los niveles precovid, aunque alerta del retroceso del entorno económico e institucional

El estudio destaca la formación en nuevas tecnologías y el gasto en I+D de las empresas. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La economía de Castilla y León sigue sentando las bases para olvidar, de una vez por todas, la hecatombe financiera, social y laboral que la pandemia de la covid-19 produjo en los más profundo de la Comunidad. Cada vez son más los indicadores que recuperan niveles prepandemia y que certifican que Castilla y León, no solo ha resistido un envite sin precedentes, sino que se ha sobrepuesto. El último de estos ha sido el referido a la competitividad de la economía autonómica, que durante 2021 volvió a números precovid y se consolidó en la parte alta de la tabla nacional gracias al notable avance del capital humano, la innovación y las infraestructuras básicas. Así lo pone de manifiesto las conclusiones del 'Informe de la Competitividad Regional en España 2022', publicado ayer por el Consejo General de Economistas de España, que sirve para certificar que la Comunidad se mantiene en el mismo puesto nacional que en 2020, cuando mejoró siete puestos su clasificación.

El informe, que analiza 54 variables estructuradas en siete grandes ejes, revela cómo los trabajadores, la mejora de las infraestructuras básicas y el avance de la innovación han servido para que la Comunidad mejore la nota que los economistas otorgan a la competitividad de Castilla y León, que pasa del 8,45 al 8,70. Esto supone un avance del 2,9 por ciento, ligeramente por debajo del conseguido de media a nivel nacional, donde repuntó un 4,4 por ciento. Esto se debe a que, tal y como sentencian los autores del informe, la competitividad de la región despuntó de forma «leve» durante el pasado año, quedando ubicada en el grupo de comunidades con un nivel competitivo «medio-bajo» junto a Aragón, La Rioja, Galicia y Asturias.

«Tras evolucionar favorablemente en 2020, el índice de Castilla y León crece de forma leve en 2021, manteniéndose en el nivel competitivo relativo medio-bajo», revelan desde el Consejo General de Economistas, que destacan que el dinamismo más intenso se observa en el eje 3 (Capital humano), mientras los ejes 1 (Entorno económico) y 4 (Entorno institucional) retroceden. Dentro de las subvariables analizadas,  las que experimentan una evolución más positiva son la tasa de paro juvenil y ninis; el uso de Internet, formación de adultos y abandono escolar temprano; el parque de vehículos ecológicos; y gasto en I+D empresarial.

La competitividad se consolida pero crece menos que la mediaLa competitividad se consolida pero crece menos que la media

Por el contrario,  la tasa de ahorro; el empleo involuntario a tiempo parcial; los delitos; las mujeres empleadoras; y las empresas con medios sociales arrojaron las peores consideraciones por parte del documento. En cualquier caso, y pese al retroceso anunciado en la competitividad del entorno institucional de Castilla y León, lo cierto es que ocupa la segunda mejor posición de España, solo por detrás de Navarra. Otro de los indicadores que se sitúa en los primeros puestos nacionales es el de la innovación –uno de los que mejor se comportaron en 2021–, quedando como la quinta mejor comunidad; o en mercado de trabajo, en la séptima posición.

En la parte baja de la tabla de las comunidades aparecen algunos indicadores significativos, como el entorno económico de la región, que cae hasta el puesto número once, o la eficiencia empresarial, en la plaza número 12. Precisamente estas dos presentan una evolución competitiva baja.

La competitividad se consolida pero crece menos que la media
La competitividad se consolida pero crece menos que la media

El coordinador del informe, Patricio Rosas Martínez, reconoció la existencia de un «efecto rebote» tras la pandemia, y añadió que «la recuperación de indicadores coyunturales y la mejora de los estructurales permiten obtener estos favorables resultados globales». Por su parte, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, apuntó que «una vez levantadas la mayor parte de las restricciones derivadas de la pandemia, la competitividad se ha recuperado de forma intensa». «La mayor competitividad debe permitirnos afrontar el complejo escenario económico que se dibuja en el corto plazo», concluyó Pich.