La fiesta de San Lesmes se celebra sin ninguna restricción, pero manteniendo la ubicación de las casetas de los panecillos en los extremos del escenario de la plaza San Juan. Esa distribución, aplaudida por la Hermandad de Peñas de San Lesmes, es la única variación de una fiesta que alardea de sus tradiciones.
Y para no cambiar el guion, se ha mantenido incluso el del frío propio del enero en Burgos, aunque entre los asistentes el comentario general es que lo hace más que nunca.
Lo demás se ha desarrollado según lo previsto: la comitiva desfilando, las ofrendas en la misa, el posterior baile de danzantes y Gigantillos, las colas para conseguir un pincho de chorizo o morcilla, la adquisición de panecillos y la participación de los grupos de danza.