Historias salineras ocultas entre papel

S.F.L.
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Manuel Gil publica 'La fábrica de sal de Poza', un libro que recoge el análisis que Pablo Roda realizó de la explotación y reflexiones propias

Historias salineras ocultas entre papel - Foto: S.F.L.

Las Memorias que el administrador-jefe de las salinas de Poza de la Sal, Pablo Roda, redactó en el año 1853 permanecen al alcance de todos los mortales en la biblioteca del Ministerio de Hacienda desde hace décadas, pero solo a Manuel Gil le dio por consultarlas y transcribirlas. Este escritor, artista, ganador del Premio Ondas por su trabajo en Desesperado Club Social -emitido en Antena3- y, por supuesto, pozano, se dejó encandilar por el documento manuscrito que propiciaba un análisis más en profundidad del fenómeno económico, sociológico e incluso antropológico que supuso la existencia de esta soberbia explotación salinera, catalogada entonces como Fábrica de Sal.

Los datos y anécdotas que escondían esas páginas le animaron a anotar, «a modo de desordenado y en algunas ocasiones emocionado itinerario literario», una serie de comentarios y reflexiones sobre el texto centenario. Ello ha acabado con la publicación de La fábrica de la sal de Poza, un libro constituido por dos bloques: el introductorio, en la que se incluyen los aportes personales del burebano (por parte de madre), y la segunda, como apéndice, con la transcripción completa de la Memoria y el texto que escribió tres años antes sobre ese mismo lugar el ingeniero de minas Pío Josué y Barreda.

Entre las 145 páginas de texto con apenas fotografías -Gil quería crear un libro para leer y no para ver imágenes- el escritor ha plasmado gracias a las historias redactadas por ambos hombres, además del excepcional valor patrimonial que poseían las salinas en el siglo XIX, una extraordinaria visión de cómo la administración del estado se relacionaba con las poblaciones y los bienes que tenía bajo su custodia, y ayuda a comprender, más allá de sus singularidad, la anomalía socio-económica que representaba esta villa dentro del entorno de la región.  

«Hay cantidad de historias que me llamaron la atención, como por ejemplo que en aquella época pensaban que el lugar en el que se ubican las salinas se trataba de un volcán en vez de un diapiro, consistente en un afloramiento a la superficie de grandes masas salinas», expone. O que hace casi  dos siglos, en Poza residían en torno a 2.000 personas, de las cuales «más de la mitad» trabajaban directa o indirectamente para la fábrica de sal, en las que existía un «cuerpo armado que las vigilaba». También contrasta la idea de explotaciones familiares, decadentes y en ruina que han rodeado a la mina durante años. «Los escritos de Roda y Josué y Barreda descubren acontecimientos realmente interesantes de la sociedad de la época, de las que la mayor parte de la población no tienen constancia o por lo menos nunca han compartido», aclara el autor.

Gil no ha querido dejar en el olvido a las personas encargadas de la construcción y la gestión de la gran fábrica, y por ello ha incluido los nombres de ciertas personalidades del ámbito científico que pasaron largas temporadas en la localidad para sacar adelante el proyecto salinero.

Venta en la provincia.

La Diputación Provincial se ha encargado de la edición y publicación del trabajo literario, que se ha presentado esta semana. Los ejemplares (que van acompañados de un plano de las salinas) ya pueden adquirirse en librerías de la capital y de Briviesca, en varios puntos de Poza de la Sal, como la Oficina de Turismo o el Ayuntamiento, y en otros establecimientos de la zona.