El sector de la automoción considera que «no se podrá atajar» el envejecimiento del parque móvil. «Sin coches nuevos, los usados suben porque hay más demanda que oferta», explica Carlos Arce, presidente de Aconauto.

Esa incertidumbre condiciona el mercado e invita a los propietarios a mantener su viejo coche antes de realizar una inversión potente que puede quedar desfasada en un corto periodo de tiempo. «Hemos vivido en un mundo bonito, pero ahora la sociedad retrasa con parches la decisión de comprar», lamenta Arce.

Gabriel Martínez, portavoz de la Asociación de Empresarios de Automoción de Burgos (Adeabur), destaca por su parte que los talleres han notado una mayor actividad debido a esta circunstancia. «Naturalmente», zanja.  «La gente estira el mantenimiento», indica, para enlazar con el efecto negativo ya destacado desde la jefatura provincial de Tráfico. «Algunas personas no van a invertir lo suficiente. Ese mal mantenimiento provoca una peor combustión y también afecta a la seguridad», advierte.

Martínez asume que «nadie va a cambiar de coche e invertir 25.000 euros por una ayuda de 300 o 500 euros». «Aunque la situación económica actual no empeore tardaremos más de 20 años en renovar el parque móvil», explica, para dejar clara una cuestión.«No estamos en los objetivos marcados en la Agenda 2030», resume.