Los bomberos apuntalan el talud de Pisones por deslizamiento

C.M.
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Colocan elementos de madera para contener nuevos corrimientos. Vías Públicas hará un estudio que ofrezca una solución al problema que sufren los vecinos desde hace 18 años

Se trabajó toda la mañana para asegurar el muro que baja desde la calle a la carretera. - Foto: Patricia

La situación en la que se encuentra el tramo final del paseo de los Pisones, entre los números 137 y 167, preocupa en el área de Vías Públicas y Conservación del Ayuntamiento. Las fotografías publicadas por este periódico hace dos semanas alertaron al concejal del área, Julio Rodríguez-Vigil, que realizó  el miércoles una visita a la zona acompañado por técnicos y mantuvo una reunión con los vecinos. 

Tan solo un día después de la misma el Cuerpo de Bomberos tuvo que acudir a la zona para apuntalar el talud que separa las casas de la carretera de Cardeñadijo al observar que se había producido un deslizamiento del terreno. Los agentes colocaron una tornapuntas de maderas para sujetar el muro y evitar más movimientos. 

La solución al mal estado de esta calle no es fácil precisamente por estar situada sobre el citado talud. Por ello, el primer paso que llevará a cabo el área de Vías Públicas será la contratación de un estudio geológico o geotécnico que determine la gravedad del problema. «Hay una gran grieta en el suelo, que está sellada con mortero, pero que sería necesario hacer un muro grande de escollera, lo que tendría un coste elevado, pero requiere la realización de un estudio en profundidad», aseguró Julio Rodríguez-Vigil.

Pero esta actuación llevará tiempo y necesita partida presupuestaria. De modo que mientras tanto  Vías Públicas eliminará los baches  de la calle aunque debido a la inclinación no se podrán meter máquinas de asfaltado sino que se deberá hacer de forma manual. «La idea es echar aglomerado y aplanarlo con las palas para quitar los baches y que los vecinos puedan circular con tranquilidad», añadió. 

También se procederá a completar la valla circundante a la carretera, parte de la cual se ha caído, y que sirve para evitar caídas al talud. «Esto es lo poco que podemos hacer de manera inmediata a la espera de poder encargar un estudio», lamentó tras su encuentro con los vecinos. 

Desde hace 18 años los residentes llevan reclamando el arreglo del firme que está resquebrajado y tiene numerosos hoyos que ponen en peligro no solo el tránsito de los peatones sino también el de los vehículos. Para acceder a sus casa deben subir una enorme rampa pero lo peor es la bajada, que da miedo por el desnivel y la dificultad que entraña cuando se llega a la carretera por la falta de visibilidad. 

Los problemas se remontan a 2001 y en enero de 2003 el Ayuntamiento adjudicó la redacción de un proyecto para su reparación a la empresa Incosa pero cuando comenzó su elaboración advirtió al Ayuntamiento de la complicada solución técnica y nunca lo entregó. En 2012 se produjo un enorme socavón y en 2014  se habló de un nuevo estudio y hasta ahora.