La tercera fase de remodelación del centro cívico Río Vena, el primero que se construyó en la ciudad, se prolongará durante dos años gracias a una inversión de 3,1 millones de euros con el objetivo de adaptar el inmueble inaugurado en 1997 a las necesidades actuales y a la normativa vigente en materia de accesibilidad y ahorro energético. 

El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, ha señalado la importancia de estas actuaciones al ser una dotación muy demandada por los vecinos de este barrio. "Los cívicos son servicios muy apreciados por los ciudadanos", indicó, al tiempo que reconoció que la obra se ejecuta en un momento de "dificultades" para las empresas por la crisis de materiales. 

Hasta el momento se ha actuado exclusivamente en el exterior del edificio retirando la mayor parte de la piel de granito y enfoscando los paños de ladrillo y actuando sobre las jardineras exteriores. Igualmente se ha instalado la cubierta de zinc en la envolvente y se ha preparado el nuevo acceso a la parte deportiva, abriendo ya la que será la nueva entrada accesible e independiente a esta zona.

Además, a partir del día 25 de agosto se interrumpen los trabajos que afectan a la zona de deportes para que el 1 de septiembre las instalaciones deportivas pueden utilizarse. Así, los trabajos continuarán en el exterior, en la envolvente, y se centrarán en el nuevo sistema de climatización, lo que sí que supondrá el traslado de programas y talleres a otros espacios dentro del mismo Centro Cívico.

Esta obra cuenta con una ayuda de 524.700 euros de fondos europeos en materia de eliminación de barreras a abonar en tres ejercicios.