Tras una tensa negociación que por momentos tuvo más visos de terminar en huelga que en acuerdo, la dirección de Bridgestone y los sindicatos CCOO y BUB sellan hoy el II Convenio colectivo de Bridgestone Hispania Manufacturing. El acto tendrá lugar en Bilbao y no contará con el respaldo de una de las fuerzas con más representatividad en el comité de empresa como UGT.

Sus bases han declinado, por amplia mayoría en todos los centros donde se ha votado, sumarse a la firma del pacto, al igual que ha sucedido entre los trabajadores del Sindicato Independiente de Trabajadores de Bridgestone (SITBU). También mostraron su negativa frontal el mismo día de la última reunión, el 28 de febrero, el sindicato ELA. Entre todas esas formaciones suman 6 representantes dentro del comité de empresa (4 UGT, 1 SITBU y 1 ELA), mientras que CCOO y BUB alcanzan los 7.

La mayoría de estas dos fuerzas es suficiente para rubricar un convenio colectivo que regirá las condiciones laborales de los más de 2.700 empleados que tiene la multinacional japonesa en España, 1.300 en Burgos. Lo hará durante tres años (2021-2023) aunque uno y tres meses ya se han consumido fruto de la dilatación de las negociaciones desde que caducó el anterior el 31 de diciembre de 2020.

El pacto recoge uno de los grandes logros que los sindicatos arrancaron a la compañía durante las sucesivas reuniones: la aplicación del IPC interanual (a 31 de diciembre) frente al IPC medio de todo el año a la hora de calcular las subidas salariales. De este modo, el fabricante de neumáticos abonará un alza de nóminas del 4,5% para 2021 más un pago de 1.000 euros por empleado a la firma del convenio y una subida del IPC interanual más un 1% para 2022 y 2023 (...).

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