Un robledal como terapia

GADEA G. UBIERNA
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UBUverde organiza este domingo el último 'baño de bosque' del 2022; una ocasión para liberar estrés y conectar con la naturaleza en San Pedro de Cardeña. Inscripciones, hasta hoy viernes

En este escenario todavía plenamente otoñal se celebrará el último ‘baño de bosque’ del 2022, una iniciativa gratuita para conectar con la naturaleza. - Foto: Valdivielso

«Quien participa por primera vez en un baño de bosque, si tiene un poco de interés, se sorprende siempre», explica el responsable de la Oficina Verde de la UBU, Luis Marcos, quien acumula una larga experiencia en la práctica de esta iniciativa surgida hace cuarenta años en Japón. «En la sociedad japonesa de los años ochenta, con mucho estrés y mucha dedicación al trabajo, el 'baño de bosque' se definió como una manera de obtener de los árboles una sensación de paz, tranquilidad y contacto con la naturaleza beneficiosa para frenar el estrés y la ansiedad», dice, matizando que en España se empezó a desarrollar hace diez años y como en la Universidad lo consideraron interesante, lo incorporaron a su programación. 

Así, este domingo celebrarán el último baño del 2022, «que será un poco más interesante, desde nuestro punto de vista, porque se hace en un bosque más autóctono: el de Quercus alrededor del monasterio de San Pedro de Cardeña». La participación es gratuita, pero hay que apuntarse antes de las 14.00 horas de hoy viernes.

A diferencia de otras actividades que UBUverde promueve sobre el terreno, este baño de naturaleza no pretende enseñar a identificar especies, rocas o propiedades de los árboles, sino que se trata de fomentar una inmersión lo más completa posible en el espacio. Para ello cuentan con la colaboración de una monitora titulada en la materia, Noemí Hortigüela, «quien nos prepara, descargándonos de todas las tensiones que podamos tener, para que estemos en condiciones de abrir nuestros sentidos, la vista, el oído, el olfato y el tacto a lo que los árboles nos puedan transmitir... No estamos muy acostumbrados a usarlos todos en la vida diaria, a abrirlos, por lo que hay que hacer un cierto aprendizaje», comenta Marcos.

El entorno ideal para la práctica de esta iniciativa es un bosque autóctono, alejado de los núcleos urbanos y, a ser posible, con ejemplares adultos. «Se ha descubierto que los árboles liberan una serie de sustancias volátiles que, en cierta medida, actúan como tranquilizantes de nuestro sistema nervioso», cuenta Marcos, apuntando que «esos compuestos volátiles que liberan son diferentes en los maduros que en los de porte más joven».

Muchas veces, sin embargo, para facilitar la participación, el baño se hace en parques urbanos, como el Castillo, la Isla o el Parral, pero para cerrar el año se ha pensado en uno algo más autóctono. «Se trata de mejorar nuestra comunión con la naturaleza y abrir nuestros sentidos a ese espacio; generar esa sensación de paz y bienestar al tener los ojos cerrados y escuchar cómo mueve las hojas el viento, sentir el tacto de la corteza del árbol o de las hojas, comprobar cómo, según la luminosidad, entran los rayos de sol a través de la masa forestal... Esa sensación es muy positiva en esta sociedad tan estresante», añade.

Es posible disfrutar de este tipo de baños en solitario, pero el responsable de UBUverde cree que si hay «alguien ayudándote a potenciarlo», como sucederá el domingo en San Pedro de Cardeña, la práctica es más completa.