¿Qué vino escojo yo ahora?

I.M.L.
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La ribereña Celia Crespo de las Heras traslada el papel del asistente personal de moda al mundo del vino y elige propuestas variadas e interesantes para acertar siempre con la elección, ya sea en el día a día o para una ocasión especial

Celia de las Heras lleva dos años haciendo de su pasión una carrera. - Foto: Will Ruiz

Hace años se popularizó la figura del personal shopper, un asistente personal de moda que ayuda al cliente a elegir lo que mejor le sienta. La ribereña Celia Crespo de las Heras le ha dado una vuelta a esa idea y se ha convertido en personal wine shopper, una experta que selecciona vinos para cada tipo de cliente y necesidad. "Ya recomendaba vinos a muchos amigos y gente conocida… decidí hacer de mi pasión una carrera y poder acercar el vino y su mundo a más aficionados que se sienten abrumados e inseguros ante un lineal o en una vinoteca o ante la carta de un restaurante", explica cómo emprendió esta labor en la que lleva ya dos años y con muy buena respuesta de sus clientes, "un 80 o 90% ya están fidelizados".

Quienes acuden a ella son consumidores de lo más variado, "desde futbolistas de élite hasta gente que quiere vinos de menos de 10 euros". "Tengo muchos clientes españoles, que les gusta innovar y descubrir cosas nuevas", especifica Crespo, a los que se suman extranjeros que viven en España "que ante la oferta tan extraordinaria de vinos quieren probar con criterio y conocer más con mis notas de cata". Otro cliente tipo es aquel que "busca comodidad y ahorro de tiempo y dinero a la hora de elegir sus vinos para casa o para los regalos que hacen, a nivel personal o para clientes y colaboradores".

El servicio que ofrece comienza con cuestionario para conocer el perfil gustativo del cliente. Con esa base, ella elabora una primera propuesta de diez vinos, con una información con el precio, las características del vino, su elaboración, una sencilla nota de cata y detalles como premios o curiosidades sobre el vino, entre los que el cliente toma la decisión definitiva de qué vinos quiere. Esas botellas son las que Celia Crespo empaqueta y envía a casa del cliente.

Si alguien no lo tiene claro, también ofrece unos paquetes temáticos "con un perfil de vino o un estado de ánimo" para un primer acercamiento a lo que se puede encontrar en www.vinocontino.com, donde hasta la marca tiene mucho significado. "Vino con tino es como un juego de palabras, es atinar, que cada euro que te gastes en vino tiene más posibilidades de acertar con tu perfil, optimizar el presupuesto que tienes, acertar con los vinos que eliges porque, al final, cuanto más conoces, más disfrutas", plantea Crespo.

Su visión de la enología actual pasa por "quitarle esa liturgia que impide que la gente se acerque al vino", por eso apuesta mucho por pequeñas bodegas que tienen más difícil entrar en ciertos mercados pero "vinos que merece la pena descubrir". Por su relación con sus clientes, esta ribereña tiene más que comprobado que Ribera del Duero "es una marca potente, consolidad y muy querida, una apuesta segura que no falla, pero mucha gente busca otras cosas porque huyen de la madera y los tintos".

Aunque cada consumidor tiene sus gustos, esta personal wine shopper se anima a hacer una propuesta básica para cualquier encuentro navideño entorno a una mesa: "Siempre tiene que haber unas burbujas que te predisponen el estado de ánimo alegre y festivo, un vino ligero y versátil que no te sature y te deje disfrutar de la comida, y un vino de los de conversación, como llamo yo, que pueda hacer que se alargue una sobremesa, te guste y no te quieras levantar". Ahí tienen una sugerencia para empezar a acertar.