Pésima imagen del cementerio con nichos apuntalados y maleza

C.M.
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La zona de la fallida ampliación está cada vez más degradada y las lápidas de mármol se abren por el movimiento de tierras. La pérgola de Albert Viaplana está oxidada y necesita una mano de pintura

Pésima imagen del cementerio con nichos apuntalados y maleza - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Mal que no mejora, empeora. Esta máxima puede aplicarse al cementerio municipal de San José. Dos décadas después de la millonaria ampliación que ejecutó la UTE ACS y Raimconsa, con decenas de patios inservibles, el deterioro ha ido en aumento hasta el punto de que no se puede enterrar en ellos. A ello se suma el derrumbe de algunos de los nichos inacabados que tenía que ejecutar por contrato la anterior empresa gestora de camposanto, Ferrovial, que han tenido que ser vallados y apuntalados.

El Ayuntamiento no ha llevado a cabo ninguna actuación para paliar estos desperfectos más allá del mantenimiento y el aspecto que presenta esta dotación municipal, a la que cada año acuden miles de personas, es cada vez más descuidado. Solo hace falta dar un paseo por la zona de la ampliación para comprobar que el hormigón que se utilizó en la obra se sigue deshaciendo cada vez más, los suelos se hunden y las lápidas se abren con la consiguientes quejas de los familiares.

La actuación costó a las arcas municipales 6 millones de euros pero nunca se pidieron responsabilidades a la empresa ejecutora e incluso se le devolvió el aval. El deterioro ha ido en aumento hasta el punto de que en la zona situada alrededor del espacio destinado a los fallecidos de religión musulmana es imposible realizar enterramientos a día de hoy.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)