El Festival de las Marzas de 2022 anunció ayer la llegada de la primavera a tierras burgalesas tras un largo invierno provocado por la pandemia coronavirus. La música y la danza volvieron a ocupar el sitio que no debieron perder en el polideportivo municipal de El Plantío y arrancaron, como es habitual, el aplauso general del público.

Después de dos años sin certamen (el festival de 2020 fue uno de los primeros eventos culturales que tuvo que ser suspendido), la gran novedad de la fiesta tenía que haber sido simplemente su celebración, según comentó Miguel Alonso, el secretario del Comité de Folclore, entidad organizadora del evento. Pero lamentablemente no fue así. La actualidad manda y la organización promovió un pequeño homenaje a Ucrania. Por esta razón sonaron los compases del himno del país atacado por Rusia después del saludo inicial y del canto de las marzas de Mecerreyes. Además, se colocó la bandera amarilla y azul del estado de Europa del este en un lugar preferente del pabellón.

Tras esta muestra de cariño hacia Ucrania en general y la comunidad ucraniana en Burgos en particular fue el turno del baile. Los encargados de llevar la tradición burgalesa al centro del polideportivo fueron los Danzantes de Burgos, el Grupo de Tradiciones Los Zagales, la Asociación Estampas Burgalesas, Danzas Burgalesas Tierras del Cid, los Amigos de la Dulzaina, Danzas Burgalesas Justo del Río, el grupo de danzas Nuestra Señora de las Nieves y Danzas Castellanas Diego Porcelos. El espectáculo acercó a los asistentes a toda la provincia a través de la música y los instrumentos populares (...).

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy lunes o aquí)