Hace algo más de un año, Aitor Echeveste contaba en este periódico su experiencia como parte del equipo de efectos visuales de la película de Marvel Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos. Ahora nos atiende desde Nueva Zelanda, donde participa en otro gran evento cinematográfico: la secuela de Avatar, la película digital con la que James Cameron espera romper todos los récords de taquilla como hiciera en 2009 con la primera entrega de la saga. «He tenido mucha suerte porque aquí está la mejor empresa del mundo para este tipo de trabajos y es donde se realizan los proyectos más chulos», afirma.
Echeveste trabaja para WETA FX, donde se creó El señor de los anillos, El Hobbit o el primer Avatar. Con ellos lleva medio año y la gran diferencia con el anterior trabajo es la forma en la que se ha grabado la película: en 3D estereoscópico. «Cuando se rueda con los actores la captura del movimiento se utilizan dos cámaras idénticas a la vez y eso hace que cuando lo veas, obtengas de verdad la profundidad del 3D. Al grabarse así todo se complica mucho a nivel técnico, y también lo hace en la parte de los efectos visuales. De hecho han creado softwares nuevos para la captura del movimiento bajo el agua y especialmente para la simulación de los fluidos del elemento. Porque no es tan complicado simularlo cuando reproduces un tsunami, que es algo enorme, que si tienes que recrear la interacción de cosas pequeñas con las manos, el cuerpo o el pelo. Eso es muy difícil y hasta ahora no se había conseguido con esta calidad», resume.
Desde su departamento de Composición Visual, Echeveste se ha sumergido en el universo de los seres azules que en Avatar: el sentido del agua ocurre diez años después del estreno de la saga. La segunda de las cinco entregas que tendrá la hiperrealidad del director de Titanic narra la historia de la familia Sully (Jake, Neytiri y ahora sus hijos), el peligro que los persigue, los esfuerzos que hacen para mantenerse a salvo juntándose a otra tribu que vive bajo el agua, las batallas que libran para seguir con vida, y las tragedias que sobrellevan.
Antes de ‘Avatar’, Echeveste trabajó en el largometraje de Marvel ‘Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos’. - Foto: Jesús J. Matías«La tecnología que requiere todo esto es increíble y por eso llevan varios años produciendo las cuatro películas. Creo que el presupuesto para la saga era de 1.000 millones de dólares, y no me extrañaría que la mitad se haya ido en el desarrollo de la tecnología de esta».
Echeveste, con apenas 26 años, es en WETA FX de los más jóvenes, sino el que más. Llegar hasta aquí suele suponer contar con una trayectoria consolidada pero al diseñador burgalés ya le han prometido otro contrato de seis meses: «Se han juntado los astros y por eso he renovado hasta el verano con otro proyecto, pero luego me gustaría probar otras cosas. Esto está muy bien: es verdad que trabajas muchas horas durante varios meses, pero nos tratan como a reyes y te recompensan de muchas maneras además de hacer lo que te gusta». El resultado de su trabajo se podrá ver a partir del viernes, cuando se estrena la película en toda España.