El turismo nacional ha sido la principal estrella tras el final de la alerta sanitaria. El cliente ansiaba viajar tras soportar los meses más duros del coronavirus, pero con todas las precauciones y a ser posible sin tomas vuelos.
En las pequeñas agencias se ha notado una importante demanda de las visitas a capitales españolas, desde Madrid, Segovia o Vigo a Toledo, con el atractivo añadido del parque temático Puy du Fou. Las Canarias (Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife...) han sido un destino muy elegido como alternativa a otras playas internacionales.
Entre estas últimas, solo se han salvado las del Caribe (Punta Cana, Riviera Maya o Costa Rica), porque la demanda de los vuelos transoceánicos para viajas ha sido muy baja ante las exigencias sanitarias y las cuarentenas exigidas en los países más alejados.
Si algo ha marcado 2021, especialmente a partir del verano, es la reapertura de las fronteras europeas, que ha supuesto una fuerte demanda a destinos como Italia (La Toscana), Polonia, República Checa o Francia (París y Bruselas).
La crisis sanitaria en Austria ha paralizado el optimismo y generalizado las incertidumbres en torno al miedo la variante Ómicron.