Tras años de reclamaciones de los vecinos de la zona, el Ayuntamiento de Burgos ha dado por fin el paso para prolongar la calle Ávila con el final de la calle Madrid y ganar un salida que hasta ahora estaba vetada. Su construcción no será inmediata pero está ya encauzada con la aprobación inicial del estudio de detalle del sector S-36.04 'Carretera Madrid', que incluye esta actuación y también la construcción de un centenar de viviendas. 

El concejal de Urbanismo, Daniel Garabito, explicó que la calle que ahora es un fondo de saco podrá conectarse con La Ventosa y así tener salida. «Está condicionada al desarrollo del sector y los promotores han planteado unas matizaciones con los volúmenes de viviendas pero es una buena noticia para la zona sur», señaló. 

Esta actuación junto al desarrollo del suelo que ocupó Piedras y Mármoles y el parque comercial que se levantará en las antiguas naves de Automoba contribuirá a mejorar el acceso o la salida a la ciudad por la calle Madrid que hasta ahora no ofrece la mejor imagen, al tiempo que favorece las conexiones de la zona sur. 

Los residentes en la calle Ávila deben dar un rodeo de más de 600 metros por la calle Frías y posteriormente por la de Alfareros para alcanzar el vial de Hipercor o la BU-30 en coche. Además, los peatones no cuentan con aceras y transitan por una senda natural en mitad de un descampado, cargados en ocasiones con bolsas de la compra para atajar en el camino hacia sus casas. Además, esta vía no es accesible para personas que tengan alguna discapacidad. 

Desde la Asociación de Vecinos Nuestro Barrio celebran este paso y recuerdan que es una demanda desde hace más de veinte años. Su presidente, Florentino González, subraya que en el caso de que se produzca un incendio no hay posibilidad de acceso para los bomberos. «Es una buena noticia que se den pasos para prolongar esta calle y que tenga salida». 

También apunta que los residentes demandan la construcción de un muro vegetal para evitar que caíga la tierra procedente del parque de San Isidro en la calle. «Cuando llueve cae el barrio y tapona las alcantarillas», señaló.