La denominada Ribera Blanca, la incorporación de los vinos blancos a la Denominación de Origen Ribera del Duero, fue anunciada el año pasado con bombo y platillo y el tiempo está dando la razón a los que destacaron su potencial. Estos nuevos caldos sumados a la marca de calidad ya están generando grandes inversiones y ampliaciones en bodegas. Pradorey es uno de los primeros ejemplos de ello, la empresa vitivinícola ha invertido 300.000 euros en una nueva nave destinada en exclusiva a los vinos blancos que amplía sus instalaciones del Real Sitio de la Ventosilla en un 5%. La nueva dependencia está preparada para recibir 150.000 kilos de uva, sacar unas 140.000 botellas y está segregada del resto de la bodega. A todo ello habría que sumar el desembolso hecho en viñedo, que elevaría la inversión a prácticamente medio millón de euros.

La nave de blancos empezará a funcionar de forma plena en los próximos días, durante la vendimia que ya ha arrancado, pero eso no significa que las instalaciones estén vacías, ya guardan en botellero la cosecha de 2019. El director general de bodegas Pradorey, Fernando Rodríguez de Rivera Cremades, explica que el espacio recién construido "va a ser también zona de crianza de barricas" y detalla que "la idea es trabajar con hormigón, inoxidable y madera", y hacer vinos que "se alejen del estereotipo del blanco joven y sí buscando explorar los límites del albillo". "Sabemos que al albillo le va muy bien el envejecimiento, la guarda, pero entendemos que ahí se puede jugar con ello", añade el directivo.

De momento, la ampliación de la bodega no generará un aumento de la plantilla, pero desde la empresa vitivinícola adelantan que "a medio plazo sí lo generará". El director general matiza que "este año tenemos solo la cosecha del 19, pero esto son vinos que van a tener una crianza de más de un año y probablemente en el 21 cuando ya tengamos la añada del 19 saliendo al mercado, la del 20 en barricas y demás, es posible que sí necesitemos algún tipo de refuerzo".

Rodríguez de Rivera recuerda que en la bodega ya tenían albillo desde los años 80, no porque "se plantara adrede, sino porque en aquella época ibas a los viveros y con tempranillo te caía algo de albillo". "Digamos que empezamos en 2013 un proyecto plantando en un viñedo nuevo varias hectáreas de albillo. Dos años más tarde también comenzamos a plantar un viñedo experimental y viendo que el albillo tenía sentido y que además el Consejo Regulador estaba apoyando este tipo de vinos, ya bajo el amparo de la DO Ribera del Duero, lo que hicimos esta última campaña fue plantar otras diez hectáreas más de uva blanca", declara el director general.

El crecimiento de la Pradorey no se limita a lo expuesto, la bodega tiene la previsión de plantar 80 hectáreas más de manera paulatina en los próximos años, eso sí, no todas de uva blanca, sino que la tempranillo seguirá siendo la gran protagonista. Este aumento en la producción que ya está experimentando la empresa también conllevará otras inversiones. La compañía ya cuenta con el proyecto de una nueva depuradora para asumir las mayores aguas residuales generadas.