Pasión deportivista a prueba de sustos

ÁLVAR ORTEGA
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El burgalés Héctor Redondo, de la peña 'Deportivistas de Arlanzón', vivió en primera persona el jueves el derrumbe de una grada del Ruta de la Plata que dejó cinco heridos en la celebración de un gol

Héctor Redondo, en la sede de la peña ‘Deportivistas del Arlanzón’, dentro del bar La Oficina. - Foto: Jesús J. Matías

Pese a que en el partido del pasado jueves el Deportivo de La Coruña no lograba pasar del empate ante el Zamora, los precedentes de la presente temporada hacían confiar a los más de 200 desplazados en que todavía era posible que los suyos lograran el gol de la victoria. Y en efecto, el goleador blanquizul Quiles provocó en el tiempo añadido el éxtasis de una grada en la que se encontraba el burgalés Héctor Redondo, que se había desplazado al encuentro en representación de la peña burgalesa 'Deportivistas del Arlanzón'. La locura en la celebración alcanzó tal grado que la grada cedió y los aficionados que se agolparon contra la valla acabaron en el suelo. Un susto tremendo.

«Lo que más me impactó fue levantarme y ver la cara de los jugadores, que estaban blancos, pálidos...», cuenta sobre unos momentos en los que reinó «el caos» y se metió el susto en el cuerpo de todos los presentes: «Empecé a mirar a mi alrededor, la gente estaba sangrando de la cara y la boca. A mí se me perdió el gorro, una zapatilla… estaba en shock», relata sobre un accidente que dejó cinco heridos y un ingresado entre la 'marea' coruñesa. Por suerte, lo sucedido no fue tan grave como podía haber sido y la mayoría de los aficionados regresaron a sus respectivas ciudades sin más problemas.

Eso sí, la bandera de color azul en la que se distinguían perfectamente las palabras 'Burgos' y 'Arlanzón' junto al escudo del equipo y las siluetas del Cid y la catadral de Burgos delató a Héctor Redondo. Las imágenes que recorrieron todas las televisiones nacionales e incluso internacionales hicieron que muchas personas se interesaran por conocer la identidad y la salud del miembro de la peña burgalesa que había puesto la bandera ahí.

«Me llamaron muchos conocidos para saber cómo estaba. En el momento no te das cuenta de lo que ha pasado, estuve todo el viaje de vuelta a Burgos asimilando lo sucedido», expresa el aficionado blanquiazul sobre el que había sido su primer desplazamiento de la temporada. «Al ser entre semana nadie de los otros 26 miembros de la peña podía ir. Pasé por la sede, cogí la bandera y tan pronto como llegué al estadio la puse para que se viera, pero se vio demasiado», añade entre risas para tratar de quitar hierro a lo sucedido el pasado jueves.

Tiempos mejores. Héctor Redondo siempre ha sido aficionado del Deportivo de La Coruña porque su tío, gallego, le contagió un sentimiento que comparte desde 2019 en la única peña del club coruñés en Burgos. Después del intento fallido hace tres años de ascender a Primera División ante el Mallorca, se creó esta asociación, que el año siguiente sufrió al ver cómo el club de sus amores descendía a Segunda B. Pese a ello, todos los días de partido se reúnen en el Bar La Oficina, donde tienen su 'templo' blanquiazul y donde esperan vivir tiempos mejores.