9 miradas internacionales hacia la Bureba

S.F.L.
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Artistas de seis países han convivido en el albergue El Hacedor de La Aldea del Portillo este verano para realizar varias obras artísticas que formarán parte de la exposición 'Apocalipsis rural', que se inaugurará en octubre

Maria Inês ha realizado parte de su trabajo en el exterior del albergue para captar sonidos de los animales. - Foto: IMÁGENES Y PALABRAS.

Nueve artistas de seis países y tres continentes que practican diferentes disciplinas han trabajado en, y alrededor de, los talleres del Hacedor en La Aldea del Portillo de Busto en los últimos dos meses. Todos ellos fueron seleccionados dentro de una convocatoria que presentó la Asociación Imágenes y Palabras la pasada primavera en redes sociales nacionales e internacionales bajo el contexto de Apocalipsis Rural.  

Sarah, Aleksya, Luciana, Grant, Mc Kenzie, Delaney, Raquel, Carlos y Maria Inês han convivido durante quincenas mientras realizaban la obra que habían propuesto y en la que han expresado sus visiones e interpretaciones del apocalipsis. El ambiente y los acontecimientos, tanto locales (incendios o sequías), como mundiales (guerra, pandemia o crisis energética), les ha facilitado pensar en dicho término. Sin embargo, durante este tiempo también llegaron a la conclusión de que la catástrofe guarda relación con la revelación e intentar mirar hacia un mundo nuevo. Conscientes de la dureza de la vida en los pueblos de la comarca, a donde cada vez menos gente muestra su deseo de volver, y observando con temor como el paisaje se va transformado en una fábrica de producción de alimentos, energía y ocio se llegaron a cuestionar «¿cómo lo vemos?». 

Esta pregunta resulta complicada contestar en la actualidad, así que Sarah (vídeo arte, Alemania) y Aleksya (performance, Bielorrusia) escogieron los sueños como momento de revelación y de aparición de vías de escape de la realidad, y su instalación deja un reflejo de las ideas compartidas en su estancia en la localidad. Luciana (pintura y dibujo, Brasil) se ha sumergido entre las plantas y hierbas de los Montes Obarenes, y por un momento llegó a convertirse en una flor. «¿Será posible saber lo que siente una planta o ver desde la perspectiva del árbol?», se preguntaba la joven.

Con el proyecto Dorien Jongsma, presidenta de la Asociación, pretendía dar respuestas a las preguntas formuladas «a base de desarrollar obras alrededor de la contradicción permanente entre los avances tecnológicos, las necesidades del mundo urbano y del uso y valor de la tierra», por lo que Delaney, Mc Kenzie y Grant (los tres de Carolina del Norte, EE.UU) abrieron sus ojos hacia arriba y vieron los 'monstruos' que colgaban de los pórticos de las iglesias románicas. «En su reflexión plástica muestran los engendros de ahora, aunque algunos son de cuerpo similar a los que llevan más de mil años observando como se transforma la tierra en su alrededor. Sus dudas sobre las actuales métodos de producción quedan reflejados en pintura, un vídeo, bordados sobre acuarelas y una instalación al exterior», explica la gerente del albergue.

La voz de Mc Kenzie ha dejado al público atónito pese a que respondieron en voz alta cuando pidió un coro que cuestionara el uso de la tierra y las formas de producción actuales, con frases como 'Mon Santo, Mon Santo, Mon Santo no es mi santo'.

Hasta este miércoles, 7 de septiembre, han permanecido en El Hacedor los últimos artistas: Raquel (pintora, Portugal), Carlos (escultura, Perú) y Maria Inês (fotógrafa, Portugal). Trabajan en la elaboración de sus piezas que buscan que «sean puentes entre el pasado y el futuro, que nos inviten a pensar sobre como dejamos nuestros bosques o qué futuro tendrán los pueblos si todos los que están no viven, no son, solo disfrutan pero no sufren la tierra», expone Jongsma. 

Multicultural. Las propuestas artísticas se han desarrollado íntegramente en las instalaciones del albergue. Con el fin de intensificar el diálogo entre los artistas que han coincidido, paralelamente se han organizado reuniones online donde se han juntado para conocer las propuestas de cada uno con mayor precisión y crear de esta forma un grupo de trabajo, en el que se ha debatido y formado un dialogo desde las diferentes perspectivas, tanto plásticas como políticas y geográficas. 

Tras una convivencia «inmejorable» durante el mes de octubre se llevará a cabo la inauguración oficial de la exposición Apocalipsis rural, compuesta por diferentes interpretaciones de ver el mundo rural, de comprender el presente y el futuro de la Bureba. 
 

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