El Centro de Educación de Adultos Victoriano Crémer retoma su actividad educativa el 28 de septiembre con las nuevas necesidades que exige la pandemia y su consecuente peligro al contagio. Para ello, desde la directiva se han visto en la obligación de tener que reforzar sus posibilidades de formación bien duplicando las clases, bien poniendo plena disposición para la educación online, tal y como tuvieron que hacer durante el confinamiento. Con motivo de la antigüedad del edificio, con una trayectoria de ciento cincuenta años, el tener que reinventar aulas donde no las había no ha sido tarea fácil; pero han buscado las soluciones óptimas para cubrir la demanda de un buen número de nuevos alumnos que han transmitido su recién interés por adquirir un título oficial que facilite la entrada al mundo laboral.
Un total de aproximadamente doscientas cincuenta personas se han matriculado en el primer proceso ordinario del centro Crémer para el curso 2020-2021. Entre ellas, se encuentran las solicitudes para comenzar o continuar las ofertas de Educación Secundaria para Personas Adultas presencial (ESPA) y a distancia (ESPAD), el curso de preparación de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), los talleres de inglés o el curso de español para extranjeros, entre otros.
El aumento de estudiantes con respecto a años anteriores se ha podido observar potencialmente en las dos primeras opciones, destacando aquellos que se van a iniciar en los dos primeros cursos de la ESPA, con el fin de adquirir lo antes posible el graduado en dicha formación. «Hemos recibido varias llamadas de alumnos adultos en las que nos han comentado que, en vistas de la crisis económica que ya se está evidenciado con los ERTE, ERE y cierres de multitud de empresas, se han propuesto sacarse la educación secundaria para mejorar su cualificación profesional y ampliar las posibilidades de conseguir un trabajo digno lo antes posible. La pandemia ha despertado la búsqueda de alternativas educativas hasta que la realidad mejore», señala Roberto de la Torre, director del centro.
Con el fin de priorizar las enseñanzas formales, así como la formación para la EBAU, y poder respetar las medidas de distanciamiento han tenido que reducir o incluso prescindir este año de los cursos de enología -en el que enseñaban los distintos procesos hasta la obtención del vino-, de competencias básicas -para reforzar los conocimientos de Lengua y Matemáticas- o el taller de ingles. A cambio, se han esforzado por duplicar los cursos de tercero y cuarto de ESPA debido a la alta demanda, pero incluso de esta manera un número considerable de personas permanece en la lista de espera como consecuencia de las limitaciones de aforo exigidas. Aunque bien es cierto que aún existen posibilidad ya que las bajas en estos primeros días están siendo frecuentes. Encontrar trabajo o la obligación a permanecer en los hogares más tiempo por las cuarentenas que están llevando a cabo algunos de sus hijos son dos de los principales motivos.
La opción de los estudios a distancia se lleva varios años ofertándose en el Centro de Educación de Adultos Victoriano Crémer, y este año han querido dar la posibilidad de metodologías online a todos sus alumnos. «En el confinamiento potenciamos el aula virtual y las clases mediante videollamadas, por lo que no nos supone nada mantenerlo. Es una forma también de tener previsiones en caso de que la situación empeore y nos aíslen. Cabe destacar que por el miedo al contagio varios estudiantes se han unido ya desde los inicios a la modalidad a distancia, de manera que solo tendrán que acercarse al centro para las tutorías colectivas; aunque la mayoría sigue optando por la educación tradicional», comenta el director.
Del 6 al 16 de octubre tendrá lugar un proceso extraordinario de matriculación, pero tendrán que estudiar en qué posibilidades hay plazas libres. Mientras tanto, a partir del lunes 28 comenzarán los ya inscritos con las mismas directrices que están llevando a cabo el resto de centros educativos desde hace más de dos semanas.