El primer mes de las rebajas de invierno está a punto de terminar, pero las sensaciones de los comerciantes distan mucho de las que tenían en los cursos anteriores. A diferencia de la campaña de Navidad, cuando el impulso llegó al final de ese periodo, enero está yendo de más a menos. El presidente de la Asociación de Comercio, Fernando Zatón, explica que «las rebajas no han funcionado, para nada». Ante esto, los negocios locales se ven obligados a relanzar sus productos con descuentos «muy fuertes» que llegan al 50%. Parece imposible comprar la actual situación con la época previa a la covid, aunque Zatón se aventura a calcular que las ventas han caído hasta un 15% entre 2022 y 2019.
La apertura del periodo de rebajas trajo consigo esperanza para los empresarios mirandeses porque suponía una buena oportunidad para reflotar la mala situación generada por la covid. De hecho, a lo largo de esas primeras fechas «se hizo algo», aunque más tarde el ritmo decayó. «Después la cosa ha estado muy parada», analiza Zatón. Frente a ello, los negocios de la ciudad están apostando por impulsar el segundo mes de la temporada e intentar eliminar el excedente de sus almacenes. «Tenemos que optar por hacer rebajas muy fuertes. Subir hasta el 50%, para ver si quitamos algo», explica.
La actual situación contrasta, y mucho, con la que se vivía en épocas anteriores. «La gente cada vez compra menos en rebajas», relata el presidente de la Asociación de Comercio de Miranda de Ebro. «Ahora ya se compra por necesidad, vienen a por cosas específicas y, si no las tienes, no se lo llevan», asegura. A ojos de Zatón, «no es como antes, que valía casi con poner cualquier cosa más barata». Los dueños de pequeños negocios creen que la población «selecciona mucho, sabe lo que quiere».
La difícil cuesta de enero supone un inconveniente añadido para el movimiento comercial. «La mayoría viene de haber comprado en Navidad», dice el presidente de la Asociación. Eso sí, precisamente la campaña de fin de año y de los Reyes Magos acabó mejor de lo que parecía en un principio. «Ha terminado más o menos como otros años», cuenta Zatón. «Esto se ha conseguido sobre todo gracias a los dos o tres últimos días, cuando se animó un poco y con eso ya salvamos la temporada», concluye.
En cualquier caso, una cosa está clara: todavía no se han retomado los niveles previos a la pandemia del coronavirus. La Asociación de Comercio de Miranda considera que las comparaciones con cursos previos «no son válidas». Aún así, se puede observar que «no hemos llegado a alcanzar las ventas anteriores» y que «estaremos aproximadamente entre el 12 y el 15% menos de ventas», si se analizan los datos actuales con respecto de los de 2019.
Unido a ello, otro elemento agrava los problemas para el pequeño comercio de la ciudad. «En Miranda tenemos otro hándicap, y es que hemos bajado más de 4.000 habitantes en pocos años», argumenta Zatón. «Además, tenemos una población muy envejecida», añade. A fin de cuentas, si el número de ciudadanos desciende, el balance de consumidores lo hace en una medida similar o, incluso, superior. Por tanto, al tener esta realidad tan presente, la Asociación de Comercio ni tan siquiera se siente «decepcionada con las rebajas, porque las cosas se ven». Con resignación, siguen peleando por mantener a flote sus empresas.
Bonos locales. Un elemento permitió a las tiendas aumentar sus ingresos notablemente. Los bonos del comercio local «salvaron un poquito» la temporada de 2021. «Con el bono, la gente tenía un descuento del 30% y eso impulsaba a comprar y hacía que no se comprara fuera o por internet», recuerda Zatón. Por ello, la Asociación pretende reunirse con el Ayuntamiento para buscar una fórmula similar este curso. «Sería muy importante», sentencia el presidente de la agrupación de negocios mirandeses.