Las peluquerías vuelven a reclamar una rebaja del IVA al 10%

L.M.
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Recuerdan la existencia de una competencia desleal a domicilio que les está restando muchos clientes

Las peluquerías tuvieron que cerrar más de mes y medio desde el inicio de la pandemia. - Foto: Patricia González

El sector de las peluquerías atraviesa, como buena parte de los servicios, un momento muy complicado como consecuencia de la pandemia. Estos negocios tuvieron que permanecer cerrados a cal y canto entre mediados de marzo y principios de mayo, cuando elGobierno avaló su reapertura. No obstante, y pese a que ahora funcionan bajo una «normalidad relativa», exigen al Ejecutivo central la bajada del IVA del 21% actual al tipo mínimo del 10%.

«Llevamos ocho años peleando por ello y ahora que parecía que había consenso lo echan por tierra», lamenta Ana Amelia Porras, de la agrupación de autónomos AUPA, ante el veto por parte del Gobiernoal acuerdo al que se llegó en el Senado. Desde el sector reconocen que una bajada del tipo impositivo provocaría recaudar menos de cada local, «pero te aseguras que todos sigan funcionando y se contrate más personal», apunta Natividad Fernández, de la Asociación de Peluquerías de Burgos.«No podemos atender a todos los clientes que teníamos antes por los temas de aforo y distancias... si nos bajan el IVA nos darían un gran impulso», asegura Fernández.

Según datos que manejan en AUPA, entre el 30 y el 40% de las peluquerías, barberías y centros de belleza burgaleses están en estos momentos en riesgo de cerrar.«No hay eventos, ni bodas, ni reuniones privadas... estamos sobreviviendo con lo justo», lamenta Porras.Desde la asociación burgalesa no tienen constancia de cierres por motivos estrictamente relacionados con la pandemia, y sí por jubilaciones o prejubilaciones. «La gente en este sector es muy luchadora.En Burgos no somos de grandes centros sino de locales más pequeños, con pocos trabajadores, y eso se nota...», indica Fernández.

Economía sumergida. Ambas entidades alertan de una creciente «competencia desleal» que surge con motivo de la visita de profesionales a domicilio. «Hay mucha gente todavía enERTE, o peluqueras que han despedido o no renovado sus contratos, que están yendo por las casas cortándole el pelo a algunos de sus clientes anteriores», denuncian.«Hay personas que tienen miedo aún a venir a las peluquerías y prefieren que venga alguien a su casa...», apuntan desde ambos lados. No obstante, confiesan que se trata de una práctica «que ha existido siempre»pero que en estos momentos les reporta una serie de pérdidas considerables.

Desde AUPA anuncian movilizaciones como las que ya han venido desarrollando puntualmente para exigir al Gobierno que reduzca, de una vez por todas, elIVA que grava sus negocios.