Tras los primeros datos de matriculación en la Universidad de Burgos, en los que se han llenado 19 grados, once de ellos siguen requiriendo nota de corte para su acceso, aunque esta ha descendido de forma generalizada tras años de crecimiento que coinciden con la pandemia y la flexibilización de los criterios de evaluación. En unos casos esa bajada resulta más pronunciada que en otros, aunque la vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón, precisa que esta situación se da tanto en el campus local como en el resto de España.
El retroceso se percibe especialmente en el doble grado de Ingeniería Mecánica y Electrónica. El último alumno matriculado ha accedido con un 11.398, mientras que el de hace un año en estas mismas fechas lo hizo con un 12.285. Lo mismo ocurre con el doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho, que ha rebajado esa barrera al quedarse en 9.296, frente al 10.834 de 2021.
Las variaciones son menores en los grados únicos en lugar de dobles y se miden por décimas, según los datos facilitados por la institución académica. Ingeniería de la Salud pasa del 10.744 al 10.600; Terapia Ocupacional, del 7.725 a 7.600; Educación Social, de 7.570 al 7.200; Maestro de Infantil, de 6.860 al 6.470, y Primaria, de 6.620 a seis. Estas últimas entraron el año pasado en el listado de carreras con nota de corte después de se hubiera requerido un cinco para acceder. Lo mismo ocurrió con Ingeniería Informática, cuya demanda se ha disparado pero no así su calificación, que se eleva del 5.800 al 6.010. Un ascenso algo menor experimenta Comunicación Audiovisual, que sube del 6.640 al 6.766 y Diseño y Desarrollo de Videojuegos, del 8 con el que se estrenó al 8.024. No obstante, alguna de estas notas podría sufrir de nuevo variaciones debido a que falta un último periodo de admisión en septiembre.
Mención aparte merece uno de las carreras más demandadas de la Universidad de Burgos, que ha recibido 5.092 preinscripciones (4.626 en 2021) para el próximo curso. En su caso, la puntuación es dos décimas menor que la de hace un año (de 11.903 a 11.776), si bien la responsable académica no interpreta esta variación como un crecimiento. «Ha habido un incremento de las plazas y con ello tan solo se ha reducido en dos décimas», explica en referencia a las 25 vacantes más habilitadas (de 60 a 85), de tal forma que si esto no se hubiera dado la nota de corte de esta carrera continuaría aumentando. De hecho, si se compara con la del curso 2016-2017, la subida es de más de dos puntos al situarse en aquel momento en un 9.365, tal y como recogen las estadísticas de la UBU.
La explicación al descenso generalizado de las calificaciones radica, según Calderón, en los criterios de flexibilización de las evaluaciones que comenzaron a aplicar en Bachillerato en el ejercicio 2019-2020 debido al estallido de la pandemia, a lo que también se unió un aumento de la optatividad en la EBAU. «Se ha vuelto a las condiciones y características de la evaluaciones anteriores a la crisis», remarca, valorando esta situación como un regreso a la normalidad. Además de este motivo, apunta también al hecho de que este año se «han llenado antes» los grados con límite de plazas. Una circunstancia que atribuye a la «capacidad de atracción» de universitarios de otras provincias, ya que la cifra de alumnos burgaleses que se presentaron a la EBAU ha descendido.