Con un pie en la carretera

C.M.
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Las vallas de la obra parada del talud de Pisones y las catas en el puente de la BU-11 complican el paso de peatones

Parte de la acera está inutilizada al haberse instalado un vallado de protección. - Foto: Patricia

El final del paseo de los Pisones se ha convertido en un auténtico camino de obstáculos para el peatón. Las obras de reparación del talud y las catas que se están haciendo en el puente de la BU-11 para su reparación están complicando la vida a los residentes en esta zona que se desplazan andando y que en más de una ocasión tienen que bajarse a la calzada para poder transitar, lo que supone un peligro por la escasa visibilidad. 

La acera situada entre los números 167 y 173, que no es muy ancha, está anulada en varios tramos al haberse colocado una valla metálica de protección del talud por parte de la empresa RFS en la zona en la que se comenzó a desbrozar para proceder a su arreglo y unos pivotes de plástico justo en la zona de subida de los vehículos de los residentes. Ello obliga a tener que cruzar la carretera BU-800 para acceder a la acera de enfrente y continuar el trayecto con vehículos pasando a toda velocidad a pesar de que una señal advierte de que hay que circular a 30 kilómetros a la hora al ser una vía de un carril por sentido.

Desde mediados de este mes también se ha anulado el paso peatonal bajo el puente de la BU-11 que cruza el barrio para la realización de unas catas y la posterior reparación. El uso de maquinaria sobre la acera hace que se corte al peatón, de hecho se han instalado conos y cintas de plástico para impedir el paso durante la mañana, que es cuando se realizan los trabajos. De modo, que cuando el peatón no puede pasar por este espacio se ve obligado a volver a cruzar al otro lado. También se han colocado unos semáforos provisionales para regular la circulación alternativa de los vehículos en cada uno de carriles. «Es un riego para el peatón tener que estar cruzando de un lado a otro», aseguró uno de los residentes, que incluso llamó a la Policía Local para quejarse de la situación. 

Los trabajos de reparación del puente tienen una duración estimada de tres semanas pero en lo que respecta a la consolidación del talud las obras no se reanudarán previsiblemente hasta octubre o noviembre. La crisis de suministros a nivel mundial ha afectado a esta obra, en concreto a los micropilotes para sujetar el talud, lo que obligó a su paralización en junio de este año. El área de Vías Públicas trabaja en la realización de un modificado del proyecto para sustituir estos elementos por otros de similares características y previsiblemente aumentará el coste.