¡Alerta!, paso de peatones

R. PÉREZ BARREDO
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Las distracciones tanto de conductores como de peatones son la causa principal de los atropellos. Se exige precaución en ambos casos

Los vehículos de todos los carriles deben detenerse ante un peatón. - Foto: Valdivielso

Habrá quienes se estén preguntando si un artículo así es necesario a estas alturas. La realidad, siempre obstinada, desmiente cualquier obviedad. Los datos son escalofriantes, especialmente en lo que llevamos de año: cinco personas han fallecido atropelladas en la ciudad cuando estaban cruzando un paso de cebra. «La obligación del conductor de un vehículo siempre es detenerse en un paso de cebra cuando haya alguien esperando para cruzar», zanja Alberto Sevilla, policía local del servicio de Atestados. Del casi centenar de atropellos registrados en lo que llevamos de año, desde Atestados se tiene clara una cuestión: no hay únicos culpables.Se trata, afirma Sevilla, de «una suma de distracciones. Tenemos dos protagonistas: uno va confiado pensando que, como tiene la prioridad, cruza tranquilamente por el paso de peatones; y va mirando el móvil o escuchando música y no se cerciora de que el vehículo ha parado. Porque lo que sucede muchas veces es que para un vehículo, pero no el que va por el siguiente carril. El peatón tiene que cerciorarse, asegurarse, prestar atención a que el conductor ha cumplido con la norma».

El segundo actor, apunta Sevilla, es aquel que ignora que debe tomar determinadas medidas antes de un paso de peatones: aminorar la velocidad, asegurarse de que nadie va a cruzar y no creer que por ser el vehículo fuerte más le vale al peatón no intentar cruzar. «El artículo 46 del reglamento general de circulación lo deja claro». La responsabilidad en caso de atropello en un paso de cebra siempre es del conductor. SegúnAtestados, en ninguno de los casos de atropello mortal registrados este año «se apunta a la velocidad como factor determinante. Se han debido a una suma de distracciones tanto por una parte como por la otra».

Que la casuística de este año esté siendo tan negra no obedece a ningún factor concreto: ni el exceso de velocidad, ni el mal estado de la vía, porque se han dado en sitios muy diferentes. Insisten desde Atestados en que son las malditas distracciones: hay que prestar atención, toda la atención del mundo, cuando un conductor se acerca a un paso de cebra; y lo mismo para el peatón que se disponga a atravesarlo: con los cinco sentidos y la máxima prudencia.