Ahorra o nunca

HÉCTOR JIMÉNEZ
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La subvención del 50% a los abonos del AVE y Alvia los convertirá en muy competitivos frente al autobús y será la prueba de fuego para saber si Burgos es capaz de generar demanda ferroviaria

Un grupo de pasajeros aborda el control de equipajes en la estación Rosa Manzano. - Foto: Valdivielso

El último Consejo de Ministros dejó buenas noticias para los usuarios de la red ferroviaria española. Lo más llamativo en las grandes ciudades es la gratuidad de la red de cercanías, aunque eso no afecta a Burgos porque la provincia no cuenta con este tipo de servicios. Pero los burgaleses sí podrán beneficiarse del descuento del 50% anunciado para los bonos de viajes recurrentes en AVE.

Según la información trasladada en los últimos días, tanto la conexión Burgos-Valladolid como la Burgos-Madrid figuran en el paquete de 12 enlaces que se subvencionarán a nivel estatal, por estar considerados como trayectos de alta velocidad pero de corto alcance, cuya duración de los viajes no excede de los 100 minutos.

Para aplicar esta rebaja del precio a la mitad se creará un nuevo tipo de abono, válidos para 10 viajes en ambos sentidos, entre el origen y destino que elija el cliente y podrán utilizarse desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre de 2022 (al menos por ahora). 

Inicialmente se dijo que habría que esperar hasta septiembre para poder comprarlos, pero Renfe avanzó posteriormente que a partir de la próxima semana abrirá un apartado en su web que permitirá solicitar este tipo de abonos. Y lo interesante en el caso de Burgos es que los convertirá en totalmente competitivos frente a los precios del autobús.

Actualmente el abono de 10 viajes para el AVE o los Alvia (sirve para ambos) entre Burgos y Valladolid cuesta 215 euros. Por lo tanto, cada viaje sale a 21,50. Si se compran billetes sueltos en la web pueden encontrarse precios más baratos, pero el abono tiene la ventaja de que no hay que estar pendiente de un horario o un día concreto para encontrar la oferta. Se paga una tarifa fija y en el caso del trayecto Burgos-Madrid, el precio asciende a 349 euros. Por tanto, 34,95 euros por viaje.

En ambos casos, la subvención de la mitad del precio de los trayectos los dejaría a 10,75 y 17,47 euros respectivamente. Y esto los convertiría en tarifas equiparables o incluso más económicos que el transporte por carretera, teniendo en cuenta además que el tiempo de desplazamiento es mucho menor por tren.

Atraer demanda. Según la web de Alsa, las tarifas Burgos-Madrid más económicas oscilan entre los 12,85 y los 19,92, dependiendo de horarios y de las condiciones de cancelación o modificación del billete. El tiempo mínimo del autobús son 2 horas y 30 minutos, cuando el AVE llega a Chamartín en 1 hora y 33 y el Alvia en 1 hora y 54 minutos.

En el caso de Valladolid, viajar por carretera implica pagar entre 7,40 euros (2 horas de viaje) y 17 (directo sin paradas, que lo hace en una hora y media). El AVE por su parte accede a Campo Grande en 36 minutos y el Alvia en 46.

Sin duda, la implantación de descuentos tan importantes en los trenes que utilizan la línea de alta velocidad será la prueba de fuego para calibrar hasta qué punto Burgos es capaz de generar una demanda ferroviaria notable, después de años en caída libre.