Al sobresalto del problema en el cambiador de ancho y a la caída de un rayo sobre el tren, que ha dejado a la capital sin varios servicios esta semana hasta que pudo repararse la avería, se suma otro contratiempo del AVE burgalés que amenaza con cronificarse: la línea de alta velocidad construida entre Burgos y Venta de Baños solo tiene una vía. 

Así lo quiso el Ministerio de Fomento (ahora de Transportes) cuando sacó a concurso el tendido ferroviario. Entonces se decidió que los raíles serían simples y no dobles, pese a que la plataforma fue construida con el ancho suficiente. Es como si hubieran construido una autovía pero solo hubieran asfaltado una de las calzadas.

En su momento el Gobierno justificó la decisión alegando que, al menos en una primera fase, no era previsible demasiada densidad de tráfico, dando a entender que los cruces de trenes serían algo esporádico. Además, la infraestructura cuenta con dos PAET (Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) que permitirían esos cruces en caso de necesidad, de emergencia o de planificación a la altura de Revilla-Vallejera (cerca del límite provincial con Palencia) y de Estépar (a las puertas de Burgos). Y sin embargo ya ha habido problemas.

En diversas ocasiones a lo largo de las últimas semanas, desde la inauguración del AVE, ya ha sucedido que unos trenes han tenido que esperar a otros porque no podían circular al mismo tiempo por el tramo de 80 kilómetros de longitud que separa la capital burgalesa de Venta de Baños. Los retrasos no han pasado de unos pocos minutos, pero los pasajeros que esperan un servicio no solo de alta velocidad sino de alta calidad, y que pagan por ello un notable sobreprecio sobre lo que antes costaban los Alvia, han expresado sus quejas a este periódico.

La circulación, en teoría, está organizada para que no haya esperas ni cruces. Así se diseñan los horarios oficiales, pero en cuanto hay una incidencia puede conllevar otras consecuencias en cascada como ocurrió una noche con el Alvia que se dirigía a Madrid (tuvo que esperar al AVE proveniente de Chamartín) o este mismo miércoles, que el Alvia sentido San Sebastián se quedó parado en las inmediaciones de Magaz de Pisuerga hasta que bajó otro que había salido de Rosa Manzano con retraso.

Soluciones de futuro. Preguntada por el problema, la operadora Renfe explica que «la gestión de la circulación no es de nuestra competencia», mientras prefiere no entrar a valorar los problemas que puede plantear la organización de una vía única, una circunstancia que no es exclusiva del tramo burgalés. Simplemente se limitan a decir que sus maquinistas «cumplen las especificaciones de circulación que indican desde los puestos de mando» y que esto último corresponde al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).

A la espera de si la operadora o la empresa dependiente del Ministerio toman alguna medida, como la modificación de horarios para permitir una mayor holgura entre frecuencias y evitar al máximo los cruces incluso los retrasos, los pasajeros que salgan de Burgos o lleguen a ella tendrán que seguir pendientes de sus pantallas por si hay nuevos sobresaltos.