El mes de septiembre será decisivo para conocer si el aeropuerto de Villafría recupera los vuelos comerciales o renuncia a ellos por segundo año consecutivo y quién sabe si por muchos años más. Es la última bala que tiene el Gobierno de coalición del PSOE y Cs y su éxito depende de lo que le digan a la Sociedad de Promoción las tres compañías con las que el vicealcalde, Vicente Marañón, ha contactado. El presidente de Promueve no quiere fiarlo todo a la reunión virtual que tiene apalabrada con Ryanair para el final del verano y prueba de ello es que ha pedido ya a Air Nostrum y a Volotea que le hagan llegar un planteamiento de la operativa que estarían dispuestos a poner en marcha desde Burgos.

Será cuando recopilen toda la información disponible, según detalla el vicealcalde, cuando decidirán si merece la pena elaborar un pliego para, entonces sí, que estas compañías y cualquier otra puedan presentar formalmente una oferta. Eso sí, lo que se quiere es tener una mínima garantía de que hay alguna opción atractiva antes de iniciar cualquier trámite administrativo.

En el caso de Ryanair, lo que se busca es un destino internacional. En las conversaciones previas e informales a la reunión que se celebrará a finales de este mes o en septiembre, la aerolínea irlandesa ya propuso que eligieran dos de cinco destinos sobre los que se podía llegar a hablar y en un principio Promueve se decantó por Alemania y Reino Unido y descartó el norte de Italia, Roma y Bruselas. Aquí, la dificultad no solo está en saber si la compañía irlandesa tiene un interés real por volar desde Burgos, sino también en saber qué precio pondría por conectar Villafría con algún aeropuerto europeo.

En el caso de Air Nostrum lo que se sabe es que la filial de Iberia siempre se ha mostrado dispuesta a volar desde Burgos. De hecho, ha sido la última compañía en fletar aviones de una ruta regular (las conexiones con Barcelona) e incluso realizó una oferta de última hora (minutos antes de la celebración del consejo de administración de la Sociedad de Promoción) para intentar que se ejecutara la segunda prórroga del contrato. Tampoco ofrecían grandes cambios, a juicio del Ejecutivo, y se decidió darlo por finalizado. 

El problema aquí está en que el bipartito estaba descontento con los resultados de esta conexión ya que se entendía que los horarios que marcaba Air Nostrum no servían para que la conexión tuviera éxito. Tan convencidos estaban de ese criterio que se decidió no prolongar el compromiso y que la ciudad dejara de pagar los 1,2 millones de euros que desembolsaba cada año por el contrato de patrocinio.

La otra opción que se maneja es Volotea, compañía creada por los fundadores de Vueling y especializada en vuelos a las islas. Eso sí, lo que se le pedirá es una conexión regular (al estilo de la de Barcelona) y no conexiones puntuales y a destinos veraniegos.

EL futuro de los vuelos comerciales, nunca mejor dicho, está en el aire y no parece sencillo ya que Promueve aspira a encontrar en este 2022 lo que no fue capaz de cerrar para el ejercicio pasado, momento en el que se renunció a convocar un nuevo concurso.

El contexto de incertidumbre, también presente en las compañías aéreas, tampoco parece arrojar pistas fiables.