La CHE protege el campo de fútbol medinés con dos escolleras

A.C. / Medina de Pomar
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A las labores que ejecuta en las riberas del Trueba para paliar los daños de las riadas se unirán las de un taller de empleo que despejará el paseo fluvial de la chopera y creará una zona verde

La edil de Medio Ambiente observa el avance de la construcción de una de las escolleras junto al campo de fútbol. - Foto: A.C.

En septiembre llegó la resolución de las ayudas que el Ministerio para la Transición Ecológica otorgó a los municipios afectados por las avenidas de los ríos durante diciembre de 2021. Para entonces, la Confederación Hidrográfica del Ebro se negaba a ejecutar o autorizar la construcción de una escollera que protegiera el campo de fútbol municipal de Medina de Pomar, donde el río devoró una gran porción de terreno y dejó el campo de juego a un paso del talud en diciembre de 2021. La CHE apostaba por tratamientos más sencillos para restaurar las riberas mediante el acopio de áridos y piedra, pero la insistencia de la teniente alcalde, Inmaculada Hierro, ha logrado que este otoño, la empresa Tragsa, por encomienda de la CHE, haya regresado a la ciudad para proteger las instalaciones deportivas con dos escolleras de 90 y 30 metros.

Las obras, en ejecución, ya dejan ver una hilera de piedra de poca altura en su base sobre la que se extenderá manta de coco, en la que se sembrarán césped, alisos y arbustos para tratar de consolidar el terreno ante la impetuosidad del río. La edil de Obras y Medio Ambiente está muy agradecida al organismo fluvial, aunque teme que una avenida este invierno vuelva a dar al traste con lo avanzado.

Unos metros más adelante también se ha restaurado con una escollera de mayor volumen de roca un tramo de 60 metros, situados junto a la carretera de acceso a la depuradora, y donde de nuevo el terreno sucumbió al paso del agua. Para ejecutar las tres escolleras, el Consistorio ha costeado la piedra con alrededor de 8.000 euros y la CHE se hace cargo de la mano de obra y el resto de materiales.

Además, las máquinas llevan semanas limpiando los dos lados de la ribera entre el barrio de Pomar y el parque de Villacobos, donde toneladas de madera se apilan a la espera de que los ciudadanos se la vayan llevando.  Esta limpieza, tanto de los restos vegetales que trajo la riada, como de la vegetación selvática que rodeaba más de medio kilómetro junto al río permite ahora disfrutar de su visión desde el camino de Villacobos a Pomar.

Asimismo, la maquinaria ha retirado los cantos rodados que se amontonaban en una isla a la altura de Pomar y que desviaban el curso del río. En la misma línea se ha eliminado la isla formada bajo el puente de Villacomparada, junto al Rosario, y que pudo ser la que, entre otros factores, desvió el río y lo llevó a comerse la ribera junto al campo de fútbol.

De febrero a julio. Una vez acaben las labores iniciadas el pasado mes por la CHE serán los alumnos de un nuevo taller de empleo municipal los que tomen el relevo y mejoren el aspecto de las riberas del Trueba. Empleo de Castilla y León ha concedido al Ayuntamiento una subvención para un taller de jardinería de 8 plazas, cuya selección se llevará a cabo en diciembre entre quienes manifiesten su interés por esta formación y estén inscritos como desempleados. Durante seis meses a partir de febrero trabajarán en la limpieza del camino fluvial de hormigón que ahora devora la vegetación en la orilla que va desde el puente de Villacomparada al de la avenida de Burgos, junto a la chopera y el instituto.

A la vez, se acondicionará una nueva zona verde de 3.600 metros cuadrados enfrente de la chopera, en la margen izquierda del río, en la que se plantará vegetación y se instalarán mesas y bancos. Igualmente se acondicionará la orilla izquierda entre el puente de Villacomparada y las escaleras que bajan al cauce, así como este acceso, que se limpiará y dotará de barandillas. El taller también instalará riego en otras zonas verdes de la ciudad.