Un maridaje de 10 entre vino y cereza

L.N.
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La fiesta gastronómica, celebrada en la Plaza Mayor arandina, fue todo un éxito. 'Volaron' unos 2.500 kilos en poco más de 3 horas

Un maridaje de 10 entre vino y cereza - Foto: L.N.

Éxito total. Las cerezas del Valle de las Caderechas 'volaron' en Aranda de Duero. Bastaron tres horas para agotar cerca de 2.500 kilos de distintas variedades. De hecho, los productores se estaban aún instalando cuando ya aparecieron los primeros compradores por la Plaza Mayor de la capital ribereña. Había ganas de retomar esta feria gastronómica y ayer se demostró con un ir y venir constante de público y una gran participación en los maridajes que se realizaron con vinos de la Ribera del Duero. A juzgar por los comentarios, el 'matrimonio' roza el 10.

"Siempre que venimos a Aranda es una maravilla", aseguró Juan José Gandía, el presidente de la asociación de productores del Valle de las Caderechas, satisfecho con la cosecha de este año. Explica que está siendo buena, aunque "la ola de calor nos ha vuelto un poco locos, ya que el árbol se paraliza". Cuestiones climáticas aparte, Gandía indicó que todavía quedan tres variedades por recoger en las zonas altas del valle.

Las que ayer se disfrutaron en Aranda llegaron "en su punto". Después, los cocineros de El 51 del Sol y La Pícara Gastroteca se encargaron de preparar distintas elaboraciones y maridarlas con vinos de Ribera. David Izquierdo optó por un tartar de tomates con anguila ahumada y bloody mary de Caderechas y una tarta de queso con coulis de cerezas maceradas en vinagre de vino y sal de Poza. Todo ello regado con el rosado de Hoyo de la Vega y un joven de Martín Berdugo.

Mientras, Sandra Chicote se decantó por un salmorejo de tomate y cereza con bonito del norte, aceite de albahaca y microbrotes y una crema de queso y chocolate blanco con una tierra de cereza. En este caso, los vinos elegidos fueron los blancos Feliz, de la variedad albillo. No quedaron ni las migas.