Tras la reciente alarma que se generó en el ámbito político por un nuevo impuesto a los gases fluorados que podría afectar a GSK, su director en Aranda, Ismael de los Mozos, subraya "la solidez del futuro estratégico" de la multinacional en la capital ribereña. De hecho, el grupo invertirá este año alrededor de 25 millones de euros y ha escogido a la planta de la capital ribereña como una de las pocas que suministrará medicamentos al mercado estadounidense.

- En los planes de GSK Aranda para este año figura la fabricación de tres nuevos productos para tratamientos oncológicos y de VIH. ¿En qué punto se hallan estos proyectos?

Como fábrica estratégica para la compañía, GSK Aranda fabrica, acondiciona y suministra medicinas a millones de personas en todo el mundo uniendo ciencia, tecnología y talento para adelantarnos a la enfermedad. Actualmente cuenta con una cartera de productos muy diversa en la que, además de fármacos innovadores y establecidos en el área respiratoria, se fabrican medicamentos oncológicos y otros para pacientes que conviven con el VIH, entre otros. Aranda tiene en la actualidad el rol más estratégico dentro de GSK que ha tenido en toda su historia ya que se ha decidido que sea una planta donde se fabriquen varios de los productos más innovadores para la compañía, así como aquellos que se irán desarrollando en el futuro. Además, la planta ribereña será una de las pocas fábricas del grupo que suministrará medicamentos al mercado estadounidense. Ahora mismo el 95% de nuestra producción anual, que supera los 180 millones de packs, se exporta a todo el mundo. Este año hemos comenzado con el suministro del fármaco para el tratamiento del VIH más innovador de la compañía. Próximamente comenzaremos con la producción de un fármaco para el tratamiento del cáncer de ovario y un segundo para el tratamiento del VIH. En el caso del tratamiento para el VIH, se trata del primer antirretroviral compuesto por dos fármacos, dolutegravir y lamivudina, en comprimido único, reduciendo así el número de medicamentos que el paciente toma.

Quiero destacar la importancia que estos tres nuevos fármacos tienen en la configuración del rol estratégico de GSK Aranda. Históricamente hemos sido una fábrica de productos clásicos establecidos que se exportaban -y se siguen exportando- a diferentes mercados en todo el mundo. Nuestro presente es el de una planta de fabricación de productos farmacéuticos de alto valor terapéutico.

- ¿Cuánta inversión conllevan estos nuevos proyectos?

Los datos de inversiones corroboran el compromiso de GSK con el centro de producción de Aranda de Duero.

El ritmo medio de inversión en el período 2011-2020 era de 7-8 millones de euros. En 2021-2023, el nuevo rol de la fábrica ha supuesto aumentar la inversión hacia una media por año superior a 20 millones de euros. En 2022, la inversión ascenderá a 25 millones aproximadamente.

- ¿También aumentará la plantilla?

Nuestro compromiso por operar de manera responsable y sostenible, asegurando la máxima calidad de nuestros medicamentos, es el motor que nos orienta hacia el futuro. Y ese futuro que cada vez está más presente en el día a día de la planta arandina se refleja en los últimos datos de crecimiento de la plantilla: en la primera parte del año más de 50 personas altamente cualificadas se han incorporado a GSK Aranda.

Actualmente los perfiles más demandados en los entornos productivos son aquellos que engloban conocimientos en automatización, digitalización, programación, así como expertos mecánicos. El rol estratégico de la fábrica de GSK Aranda requiere competencias y perfiles profesionales muy concretos para abordarlo con éxito. Además, nuestra colaboración y participación en el programa STEM va encaminada a fomentar la formación de mujeres en disciplinas como las matemáticas, ingeniería o tecnología, que tradicionalmente ocupaban hombres. A ello se suma que seguimos facilitando aspectos tan importantes como la conciliación, hacer de nuestro lugar de trabajo un espacio inclusivo, nuestra apuesta por el talento y por el crecimiento personal y profesional en la compañía.

- En paralelo, consolidan su papel como centro estratégico de Respiratorio. ¿Cuánto Ventolin se fabricará a lo largo de 2022? ¿Gana peso año a año?

La fábrica de GSK en Aranda es un centro de producción de medicamentos del área respiratoria, así como de otros productos del área de comprimidos de alto valor terapéutico. La fabricación de inhaladores supera los 100 millones de packs anuales, exportando a más de 100 países en todo el mundo. Dentro del área de respiratorio, no podemos olvidar la sección de líquidos inhalados, donde se fabrican 50 millones de unidades para todo el mundo, y que son productos destinados básicamente a la rinitis alérgica.

Por lo que respecta al Ventolin, la producción es bastante estable y su principio activo, salbutamol, está considerado como medicamento esencial por la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Actualmente, más de 350 millones de personas viven con asma y más de 384 millones sufren de EPOC en todo el mundo. Nuestro propósito como planta farmacéutica es mejorar su calidad de vida con medicamentos de la máxima calidad. Por eso estamos muy orgullosos de que más del 40% del Ventolin que se utiliza en todo el mundo salga de nuestras instalaciones y que ayudemos a salvar con ello la vida de millones de personas gracias a este medicamento de rescate.

- ¿Cómo afecta la situación global a nivel económico y geopolítico a la hoja de ruta de GSK Aranda?

La hoja de ruta de GSK para los próximos 10 años está clara: dejar una huella positiva en la salud de más de 2.500 millones de personas y, enmarcados dentro de la Agenda 2030, impacto neto positivo en el medioambiente. No somos ajenos al entorno geopolítico y económico mundial. El incremento de la inflación, sobre todo en componentes y energía, es un reto más para nuestro negocio.

Dentro de este entorno VUCA marcado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, es fundamental desarrollar y formar a los equipos en competencias que les permitan ser más resolutivos y resilientes, aplicando metodología agile y promoviendo la innovación constante. Nuestra máxima es demostrar diariamente nuestra ambición por mejorar la vida de los pacientes, ser responsables con el impacto que tiene nuestro trabajo en la sociedad y, por supuesto, hacer siempre lo correcto.

- En lo que respecta a la nueva ley de gases fluorados y, tras la alarma provocada a nivel político, ¿cómo influirá en la fábrica arandina?

GSK mantiene una línea de diálogo permanente con autoridades y representantes públicos que permita la adaptación de las infraestructuras del centro de producción de Aranda de Duero, que produce 100 millones de inhaladores de rescate al año. En GSK, como empresa global centrada en el cuidado de la salud, queremos desempeñar un papel completo en la protección y restauración de la salud del planeta, con el fin de proteger y mejorar la salud de las personas. Nuestro compromiso con la sostenibilidad ha hecho que el Dow Jones Sustainability Index nos reconozca como la compañía farmacéutica más sostenible del mundo en su última edición. Con este enfoque, hemos iniciado un programa de I+D para encontrar un propelente alternativo más ecológico para este tipo de inhalador. Si nuestros ensayos clínicos tienen éxito, esperamos reducir el impacto ambiental de nuestros inhaladores de rescate en al menos un 90%.

Al mismo tiempo, ya contamos con una gama de inhaladores de polvo seco (DPI) para el tratamiento de mantenimiento del asma y la EPOC con una baja huella de carbono que se pueden usar cuando sea clínicamente apropiado para los pacientes. Todos nuestros nuevos productos respiratorios están en un formato de baja huella de carbono, lo que significa que no tienen propelente.

- En cualquier caso, ¿mensaje de tranquilidad a la plantilla?

Absolutamente. Desde aquí quiero transmitir la solidez del futuro estratégico de GSK Aranda. Estamos viviendo un momento emocionante para la compañía y muy significativo para nuestra planta en Aranda. Somos una fábrica de productos farmacéuticos con tecnologías, procesos y sistemas innovadores que tiene por delante nuevos proyectos que dejan ver el gran futuro de la planta arandina. La demanda de nuestros productos en los próximos años, la introducción de nuevos productos en el área de comprimidos y las inversiones que está realizando el grupo en nuestra planta demuestran el momento estratégico que está viviendo la fábrica de GSK Aranda.