«Hay que convertir Aranda en punto de referencia gastronómico»

I.M.L.
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La junta directiva de Asohar acaba de renovar sus cargos, con Nuria Leal a la cabeza, quien revalida el cargo asumido hace 4 años, en los que ha tenido que afrontar con los problemas derivados de la pandemia, sumados a los que ya venían de atrás.

«Hay que convertir Aranda en punto de referencia gastronómico» - Foto: I.M.L.

La asociación de hosteleros Asohar busca aglutinar los intereses del sector en toda una comarca y ayudar a sus asociados a mostrar todo el potencial que atesoran. Esa es una de las claves de la directiva que preside Nuria Leal, que acaba de revalidar su cargo tras un primer mandato en el que el trabajo habitual se redujo a dos años y los dos restantes estuvieron monopolizados por la pandemia.  

¿Su reelección reside en que todavía le queda mucho por hacer o en la falta de relevo?
Por ambas cosas, porque sabemos que en el asociacionismo es complicado encontrar gente para tomar el relevo. Pero sobre todo porque hemos pasado dos años muy complicados y hay que seguir tirando para adelante con la asociación en beneficio del sector. 

¿Cuál ha sido la evolución de Asohar en sus cuatro años anteriores al frente?
Se han conseguido cosas. Nos integramos en la Federación de Hostelería de Burgos, que eso nos ayuda a ir de la mano con el que está un poquito más arriba. Hemos hecho formación, acciones, negociado convenios con el Ayuntamiento de Aranda como el de veladores,... Al final, esto es como todo, tienes muchos proyectos, unos salen y otros no, los dejas para más adelante... Pero se ha avanzado y, sobre todo, hemos logrado integrar a todo el sector hostelero, en el que es muy complicado poner a todos de acuerdo. 

¿Cuáles son los puntos fuertes de esta comarca en hostelería?
Tenemos un potencial tremendo pero los únicos que lo ven son los que vienen de fuera. Tenemos gastronomía, tenemos localización porque estamos en un sitio muy estratégico, tenemos la DO Ribera del Duero, y eso lo tenemos que aprovechar. Podíamos fijarnos en lo que están haciendo en la Rioja, y nosotros podríamos darles mil vueltas.

¿Cuántos socios tiene Asohar?
Hay bajas, altas, va variando, pero ahora rondamos los 60 socios. Entre comarca y Aranda debe haber más de 600 establecimientos, por lo que nuestro nivel de asociacionismo es bajo en proporción a los establecimientos que tenemos en la zona. 

¿Cómo justifica este escaso número de asociados?
La función de Asohar es informar al sector y ayudarle en la medida que pueda, no solucionar los problemas personales de cada establecimiento. Algunos que buscan eso, cuando no se les arregla el problema, se van de la asociación. La asociación está para solucionar problemas comunes, para remar todos en la misma dirección, no sólo para hacer actividades. 

¿Cuál es el principal problema que tienen ahora encima de la mesa?
Ahora mismo, el problema más grande lo tenemos con las administraciones públicas. El Ayuntamiento de Aranda no es dinámico, no avanza, no nos soluciona demasiados problemas, no es resolutivo porque tienen falta de personal. Aún no hemos firmado el convenio y seguimos con el tema de las terrazas, en el que queremos todos lo mismo, tanto Ayuntamiento como hosteleros. Si hay un velador que no cumple, retírelo y, si tiene que multar, multe, haga que cumpla la normativa. La asociación comunica al hostelero lo que tiene que hacer pero no somos la niñera de nadie. Todos buscamos la mejor convivencia con el ciudadano, es lo deseable.  

¿La falta de personal es tan sangrante como parece?
Es brutal, estamos en una zona muy industrializada y antes de llevar un currículo al sector hostelero lo llevan a cualquier empresa de las que hay en Aranda. Lo que tenemos que desterrar es la idea de que por trabajar en este sector vas a estar peor que si trabajas en una fábrica. Esto ha cambiado mucho, antes sabías a qué hora entrabas pero nunca a la que salías. Ahora la gente tiene su jornada laboral, sus días de descanso, sus vacaciones,... como todo el mundo. Hay que fomentar que la gente a la que le guste la hostelería no se deje desilusionar por la mala fama, infundada, del sector. 

¿La marca Lechazo Asado de Aranda de Duero no acaba de despegar?
Fue una iniciativa para ponderar algo nuestro, nuestra forma de hacer el lechazo, para darle el valor que tiene. Se creó para los asadores, desde la asociación y el Ayuntamiento arandino, y queremos empezar a moverlo ahora, porque nació de forma oficial en plena pandemia. Al final, lo que buscamos en convertir Aranda en un destino gastronómico, podemos y estamos preparados para ello. 

¿Qué metas se ha marcado para estos cuatro años?
Son tres. Crecer en el número de asociados, que el sector entienda que estamos para apoyar y remar todos juntos. También es vital mejorar la formación, tanto del empleado como del empleador. Y promoción, somos los encargados de convertir Aranda en un punto de referencia como destino gastronómico.