«Este partido está marcado con una 'x' desde hace tiempo»

C.P.
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Xavi Rabaseda, uno de los líderes del Hereda San Pablo, reconoce que perder la final fue «un golpe duro», pero asegura que ya están pensando en el transcendental choque de mañana contra el Bilbao Basket en la Liga Endesa

Rabaseda, con rostro muy serio tras la final perdida de la Copa Intercontinental. - Foto: Valdivielso

La cara de Xavi Rabaseda al recoger la medalla de subcampeón de la Copa Intercontinental era un poema. Al Hereda San Pablo se le acababa de escapar una oportunidad única de conquistar su cuarto título en apenas año y medio. Es difícil saber si un club como el burgalés volverá a ser testigo de ese escenario, así que la desilusión en la plantilla, cuerpo técnico y directiva era notoria. Sin embargo, todos son conscientes de que no hay tiempo para lamentos porque el Bilbao Basket visita mañana (21.30 horas) el Coliseum en un compromiso liguero que se puede considerar también una final. «El partido de mañana está marcado con una 'x' desde hace tiempo», reconoce el alero azulón.

El hecho de haber perdido ante el Flamengo en El Cairo diluye esas buenas sensaciones que sí tuvo el San Pablo en la semifinal contra el Zamalek, un rival de menor categoría, y Rabaseda admite que les puede «afectar» de cara al transcendental envite frente a los 'hombres de negro': «Ganar da mucha confianza y perder la quita, pero debemos recuperarnos, apretar los dientes y estar a la altura de la situación. Esa será la mejor manera de cambiar la dinámica».

El internacional español sabe que el Bilbao llega en una racha radicalmente opuesta a la del San Pablo, aunque prefiere centrarse en lo positivo, desconectar después de un viaje tan largo y empezar a preparar el duelo desde hoy: «Hay que trabajar con la mentalidad adecuada para cambiar esta situación. Tenemos por delante un reto muy difícil, el que más desde que está Burgos en la ACB, y debemos seguir luchando para salir del descenso».

Para lograrlo, deberán solucionar algunos problemas que les costaron caros en la final de la Copa Intercontinental. La baja energía con la que encaró el primer cuarto ante el Flamengo fue el detonante para que el título cayera del lado brasileño (...).

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