La mortalidad sigue reflejando lo peor de la sexta oleada en Burgos, donde ayer fallecieron otras tres personas por la enfermedad del coronavirus o, al menos, con la infección vírica confirmada. Las tres defunciones se certificaron en hospitales, en cuyas camas han fallecido 870 personas por la covid desde el comienzo de la pandemia, hace casi dos años.

La buena noticia es que las incidencias acumuladas caen con fuerza, porque las notificaciones diarias de nuevos positivos menguan progresivamente. Ayer se notificaron 887 nuevos contagios, que es la cifra más baja para un martes desde el 22 de diciembre. Con respecto a la declaración de hace 14 días, determinante para calcular hoy la incidencia acumulada en ese período, la diferencia supera los 1.200 contagios, por lo que es de esperar que la tasa de infecciones a dos semanas también se desplome. 

La presión en los hospitales sigue contenida.