Cada vez más pueblos ofrecen incentivos para fichar hosteleros

B.A.-P.C.P.
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Desde casa gratis en Castrillo Solarana a 7.260 euros al año en Canicosa de la Sierra, pasando por pagar todos los gastos, como en Padilla de Abajo o Quintanilla San García

Canicosa de la Sierra tiene que pagar 7.260 euros anuales al hostelero, que permanecerá hasta primeros de año con opción a prórroga. - Foto: f2estudio

Un estudio de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales sitúa a Burgos como la provincia de España con más municipios sin bar y calcula que más de 12.000 personas de esta provincia no pueden acodarse en la barra sin coger el coche o darse un paseo hasta la localidad vecina. Y no será por esfuerzos de los alcaldes, que salvo ponerse a servir, idean todo tipo de incentivos para tratar de fichar hosteleros, sobre todo cuando encaran los meses de invierno, las calles se vacían y la calefacción reclama más madera.

«La carencia de bares en una localidad limita las oportunidades de desarrollo personal y cohesión social. Los bares son los últimos reductos contra la despoblación, por ser un servicio nucleador de la vida colectiva», concluye el documento presentado este mes, dirigido por el sociólogo Luis Rondón y coordinado por el trabajador social Gustavo García. En él se destaca el carácter social de los locales hosteleros, que «se perciben como espacios que contribuyen a la inclusión social, a la seguridad de los barrios y a tener sentimiento de pertenencia, al tiempo que evitan aislamiento de personas que viven solas o mayores», más cuando menor es el tamaño del municipio.

El espíritu está claro, aunque las cifras y el mapa incluyen errores de bulto. Por ejemplo, entre los 162 municipios supuestamente sin bar figura Huérmeces, que sin embargo dispone de un hostal-restaurante que precisamente acaba de reabrir, para alivio de su alcaldesa, Silvia González. El chef que lo llevaba y con el que toda la comarca estaba encantada, sufrió los problemas de personal que atenazan a todo el sector hostelero y les dejó colgados en pleno agosto.

Lo volvieron a ofertar por 299 euros al mes, con apartamento independiente para los arrendatarios, seis habitaciones con baño completo, comedor, bar y terraza. Tras mucho anunciarse, el Ayuntamiento consiguió por fin encontrar a unos profesionales de Olmillos de Sasamón que lo acaban de reabrir, no sin antes obtener alguna cesión en las condiciones iniciales. El 5 de diciembre tienen prevista la celebración de una Nochevieja que servirá para animar la comarca.

En el entorno de la capital resulta más sencillo encontrar hostelero sin tantos alicientes. Para muestra, tres adjudicaciones recientes: Villalbilla de Burgos, que pedía un mínimo de 1.200 euros (más IVA) , Orbaneja Riopico (2.200) y Vivar del Cid (4.800). Pero son excepciones.

Por ejemplo, Canicosa de la Sierra tiene que pagar 7.260 euros anuales al hostelero, que permanecerá hasta primeros de año con opción a prórroga. En Castrillo Solarana, con 38 censados, lograron fichar al rival y le han mejorado las condiciones, que ya incluían bar y casa gratis. «Hemos puesto cocina y les involucramos en todos los eventos... Se paga también parte de la factura de la luz y se les compra pellets para la estufa», detallan desde la junta vecinal.

También le pagan todos los gastos y le dan 600 euros de ayuda a la nueva tabernera de Quintanilla San García. Y a la de Padilla de Abajo le cobran 83 céntimos al mes, no le pasan ni una factura y se felicitan de su «suerte», porque no todos, además de encontrar, aciertan.