Las campanas tocan a optimismo

P.C.P.
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La asociación El Priorato de San Miguel de Pedroso hace un llamamiento para celebrar el Día de la Repoblación el 1 de febrero, al que yase han unido varios pueblos de Burgos y La Rioja

Las campanas tocan a optimismo - Foto: Luis López Araico

Si el sonido de las campanas pudo antaño conjurar los peligros (a rebato), alejar las tormentas (a nublo) o acompañar a los muertos (a difunto), ¿por qué no habría ahora de llenar los pueblos? Ese toque a optimismo es el que pretende instaurar la asociación El Priorato de San Miguel de Pedroso, una pequeña localidad cercana a Belorado en la que hoy apenas viven de continuo 22 personas, el 1 de febrero.

En ese rincón de la Riojilla burgalesa los integrantes de la asociación El Priorato sienten, como en muchos otros sufridores de los rigores del invierno castellano, que se trata del peor fin de semana del año, "el más triste de todo el invierno", salvo para aquellos que festejan las Candelas y San Blas. Allí son fieles a San Miguel, ya sea el de las Heladas (8 de mayo) o Arcángel (29 de septiembre), pero se niegan a resignarse a esa pesadumbre, al igual que está cansados de oír hablar mucho de despoblación y poco o nada de medidas que ayuden a "paliar o revertirla", se queja su portavoz, Jesús María Herrero.

Por eso han querido rebautizar el 1 de febrero como el Día de la Repoblación y establecer 2020 como "un año cero a partir del cual comenzar con optimismo la recuperación de nuestras zonas rurales", en lo que pretende ser un eslabón más de la "cadena de fuerza" que se está ensamblando contra la España vaciada. Plantean desde El Priorato que todos los pueblos burgaleses hagan sonar sus campanas ese sábado a las 13 horas y que este solo sea el eje central de un programa de actividades que sirva para atraer a vecinos y a visitantes a la localidad, "a calentar las casas" y a animar a quienes han pasado prácticamente solos la mayoría de los días de este gélido mes de enero.Herrero explica que la idea surgió como algo menos ambicioso. "Nos planteamos hacer al menos una actividad al mes. En verano es muy fácil, porque hay mucha gente", como prueba que la asociación tenga 350 inscritos. Pero para este periodo había que buscar un atractivo extra. "La campana siempre ha sido un medio de comunicación, que además establecía los tiempos, pautaba las horas de la gente del campo...", apunta Herrero.

Esta llamada a defender los derechos de la población rural y a gritar que hay "muchos pueblos que siguen vivos" se ha difundido a través de asociaciones, colectivos y grupos de acción como Fas Tirón y ya está recibiendo las primeras repuestas no solo en distintas comarcas de Burgos, también en La Rioja.

En San Miguel de Pedroso no solo habrá toque de campanas. El sábado comenzará con un taller de morcillas y se organizarán juegos populares tradicionales, comida con patatas con chorizo -a la riojana, por supuesto- proyección de audiovisuales de temática rural, degustación de sopas de ajo y bailes. El domingo 2 de febrero volverán a reconfortar el espíritu y el estómago con misa, vermú musical y degustación de las morcillas. Una buena forma de comprobar a qué sabe la repoblación.