De la guardería a la tele unidos por la música

MARIO GARCÍA
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Rodrigo Cuesta y María Arilla no lograron alcanzar las semifinales de La Voz Kids pero están contentos de su paso por el programa y guardan la experiencia como un nuevo aprendizaje

La complicidad que transmitieron Rodrigo Cuesta y María Arilla durante el programa se percibe en la pose para una foto. - Foto: M.G.

Los dos arandinos que se presentaron a la edición de este año de La Voz Kids, Rodrigo Cuesta y María Arilla, echan la vista atrás para valorar su paso por el concurso y reconocen que "estamos contentos de haber llegado hasta donde hemos llegado". Sus voces convencieron desde el principio a todos los coaches, pero eso no fue suficiente para llevarles hasta la final del concurso y fueron eliminados antes de llegar a las semifinales.

Se conocen desde que fueron juntos a la guardería, pero hasta que no comenzaron sus clases de música no se reencontraron y no sabían que participarían a la par en el programa hasta que sus madres les dieron la sorpresa. María dice que "el hecho de que hayamos ido los dos a la vez ha sido lo mejor". Por su parte, Rodrigo confiesa que han sido muy afortunados porque "como había que llevar nuestra participación en secreto, si tenías alguien con quién hablar, el otro siempre iba a estar ahí".

Cuando empezó el programa, todos los coaches giraron sus sillas en las audiciones a ciegas al escuchar las voces de los dos talentos arandinos, y ambos terminaron en el equipo de Pablo López. "Lo primero que pensé fue: vale, esto es de verdad. Fue surrealista porque tú estás cantando pero no ves quién hay detrás de las sillas y de repente empiezan a girarse" recuerda Rodrigo, a lo que María añade "durante la actuación no se oyen los sonidos que se escuchan por televisión, así que no te das cuenta de que se estén girando todos". Los dos están orgullosos porque "que se hayan girado los cuatro nos hace ver que les ha gustado".

En el caso de Rodrigo, Aitana quedó bloqueada y no pudo escogerle. Pero reconoció que le encantaba su voz y quería que formase parte de su equipo, así que la cantante robó al arandino en la fase de batallas, después de que Pablo se decantara por la voz de otro concursante. "Cuando me echaron me llevaron con el otro eliminado de mi batalla. Le abracé y le dije: no van a robar a ninguno. Y de repente se escuchó a todo el mundo gritar: ¡hay robo, hay robo! Yo ya pensaba que me iba para casa y cuando veo aparecer a Aitana me puse a llorar mogollón. No me lo podía creer", recuerda el joven talento .

Tras la batalla de María, se dijo que no había más robos y ella había sido eliminada, "entonces claro, ya te habías mentalizado de que solo tenías una oportunidad" asegura la arandina. Sin embargo, les sorprendieron con más robos y David Bisbal se decantó por ella.

Los dos reconocen que se han sentido a gusto durante todo el certamen junto a sus compañeros y los coaches "porque te hacían sentir como si les conocieras de toda la vida", afirma Rodrigo. Ambos ven la experiencia como una forma de aprendizaje y les anima a seguir con la música, "viendo que se puede lograr algo, a mí me ha dado más esperanzas para poder conseguir algo trabajando en este ámbito", reconoce María. Tanto es así, que ninguno de los dos cierra la puerta a participar en otros programas para talentos en un futuro, que es algo de lo que María bromea con Rodrigo: "Nos volvemos a apuntar los dos juntos y retomamos la historia ¿te imaginas?".

Pero algo que no pueden evitar es agradecer todo el apoyo que han recibido hasta ahora, porque como dice Rodrigo "nos imaginábamos algo mucho más pequeño, porque a amigos y familiares se une gente de otras zonas de España". Además, a María le hace ilusión "que tu gente de aquí, de Aranda o de la Ribera, te apoye".