«El tabaco es la droga de la ansiedad»

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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«El tabaco es la droga de la ansiedad»

«El tabaco es la droga de la ansiedad» - Foto: Luis López Araico

Según la encuesta que mantiene actualizada anualmente el Observatorio contra el Cáncer, en Burgos fuma el 21,33% de la población, lo que significa que cerca de 76.000 personas en esta provincia consumen a diario un producto que es directamente responsable del 30% de los casos de cáncer y hasta de 20 tipos distintos de tumores, además de causar la muerte de 50.000 personas en España todos los años, lo que hace del tabaquismo un problema de salud pública de primera magnitud. Por eso, dos de los frentes en los que más trabaja la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) son el de la prevención en menores y el de la ayuda a deshabituarse, programas de esta entidad en la provincia de los que es responsable la psicóloga Cristina Sota (Burgos, 1978), licenciada en la Universidad Pontificia de Salamanca, máster en trastornos de ansiedad y estrés y doctora por la Universidad Complutense de Madrid con una tesis sobre la ansiedad como factor de inicio en el consumo de tabaco, dirigida por el prestigioso catedrático Antonio Cano. En los casi veinte años que lleva en este trabajo, Sota ha ayudado a  que más de 5.000 personas no hayan vuelto a encender un cigarrillo.   

¿Por qué le interesó el análisis de la adicción al tabaco desde los comienzos de su carrera profesional?
Es lo que siempre he querido hacer, desde el principio. Siempre me ha interesado la ansiedad y si tuviera que definirlo de alguna manera diría que el tabaco es la droga de la ansiedad. Las personas que fuman tienen casi un 30% más de probabilidad de sufrir un trastorno de pánico por agorafobia, que es lo contrario de lo que mucha gente piensa, que la ansiedad es un límite para dejar de fumar, y no lo es, es un beneficio. 

¿Alguien fuma porque tiene ansiedad o tiene ansiedad porque fuma?
Ambas cosas, el tabaco tiene un doble circuito para eso. Pero he de decir que dejar de fumar reduce muchísimo los niveles de ansiedad, de estrés y de depresión. Solo el hecho de venir a terapia ya mejora en los pacientes su estado emocional. 

¿Quizás aprovechan para solventar otros conflictos emocionales? 
No, generalmente solo hablamos de tabaco en las terapias de grupo. Si alguien tiene otro problema lo vemos de forma individual. 

El inicio del tabaquismo está en la preadolescencia. ¿A esa edad hay ya problemas de ansiedad?
Empezar a fumar, como todas las enfermedades complejas, es el resultado de la acumulación de factores de riesgo. Un factor de riesgo en sí mismo no es tan poderoso como que se acumulen varios en el mismo proceso. Hay algunos que son 'macro' como la publicidad -que está fenomenalmente hecha- y otros componentes sociales como el precio del tabaco o el acceso de los menores al tabaco: si en un país fuman los menores es porque alguien se lo está vendiendo, porque hay un fácil acceso y una permisibilidad social. Pero luego están los condicionantes psicológicos como el tipo de personalidad, el grupo de amigos, la familia, los estudios... Todo eso va a influir y va a incrementar las posibilidades de que se convierta o no en fumador.  

¿Analizando cada una de estas circunstancias usted podría decir entre dos adolescentes cuál es el que fumará con más probabilidad?
Sí, seguramente. Existen los factores de riesgo, pero sí, hay personas mucho más vulnerables. Ahora mismo, por ejemplo, el 80% de las personas que fuman en el mundo proceden de países pobres, el tabaco está asociado a la pobreza, la vulnerabilidad frente al tabaco tiene un fuerte componente socioeconómico. 

¿En España también tiene este componente de clase?
Sí, está demostrado que se fuma más en los ámbitos más desfavorecidos, igual que lo que ocurre con la obesidad. Y también tiene un componente de género: ahora mismo podemos decir que las mujeres son una población vulnerable al tabaco, seguramente por el estado epidemiológico en el que vivimos, es decir, que como se incorporaron al tabaco treinta años después que los hombres en España -probablemente en los 70 del siglo pasado, coincidiendo con el acceso masivo al trabajo y a la universidad- ahora están en una fase distinta a la de los varones, en los que ya se vio la relación directa del tabaco, por ejemplo, con la mortalidad por cáncer de pulmón, que ya está estabilizada y bajando desde hace muchos años. En las mujeres, desgraciadamente, lo que estamos viendo ahora es la mortalidad.  

¿Cuáles son los mecanismos que utilizaba la publicidad para convencer, en este caso, a las mujeres, de que fumar significaba ser moderna y chic y elegante?
La industria del tabaco tiene una estrategia muy bien hecha y el negocio es tremendo: seguir vendiendo algo que produce enfermedad y muerte cuando ya está comprobado que produce enfermedad y muerte es un éxito publicitario increíble. Y eso lo hacen con una gran cantidad de dinero. 

¿Se sigue invirtiendo aún hoy, cuando ya no vemos anuncios de tabaco en la televisión ni en otros medios?
Ahora hacen más publicidad de la que han hecho nunca. Sus estrategias, además, están en la misma línea que han utilizado siempre, siguen con lo que les ha funcionado maquillándolo para que parezca actual. Para ello se ayudan de internet que, a estos efectos, es como una ciudad sin ley. Su apuesta, que son los nuevos dispositivos de liberación de nicotina, los vapeadores, llega directamente al público a través de las redes sociales.  

Póngame un ejemplo.
Mira, un gran porcentaje de estudiantes de 1º de la ESO tienen TikTok y según las encuestas que hacemos, más de la mitad de ellos habían visto vapear a alguien en esa red en la semana anterior a la que les preguntamos. Están los influencers en Instagram, los conciertos... En Madrid hay hasta una ruta de tabaco que incluye locales de hostelería en los que se pueden consumir los nuevos productos de liberación de nicotina y esos restaurantes  parecen súpersanos, están decorados con mucha vegetación y en ellos se puede ver la marca Iqos, que es la del cigarrillo electrónico de Marlboro y de la que todos los indicios nos dicen que tiene todos los efectos de la nicotina y lleva metales pesados y productos cancerígenos. Ellos juegan con esa idea de crear el cigarro 'menos malo', que es la misma que se utilizó cuando hace cincuenta años se les puso filtros y es una estrategia de márquetin fabulosa: en la cabeza, menos malo es igual a bueno. 

¿Pero esto cómo les llega a los menores que igual no pueden ir a esos restaurantes? 
Tienen patentados hasta 16.000 sabores. El sabor es un factor de inicio del consumo de tabaco -como la curiosidad de la adolescencia-, por lo que muchos de estos productos saben igual que chucherías muy conocidas y que pasteles muy consumidos por los más jóvenes. Aceptemos que, como dicen, no tienen nicotina -luego se comprobará si es publicidad engañosa o no-  así que como parecen juguetes y tienen colores llamativos, es el mercado del futuro. Todas las chucherías y la bollería tienen su equivalente en un vapeador, en principio, sin nicotina, y hay publicidad en todas las webs porque es algo que no está regulado, que es lo que el  Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, al que pertenece la AECC, le está pidiendo al Gobierno que haga. La FDA, la agencia de Estados Unidos para la regulación de medicamentos y alimentos, al principio no lo reguló y luego hubo un revuelo tremendo porque su presidente se fue a trabajar a Philip Morris. 

Da la impresión de que ustedes, los sanitarios, van muy por detrás de la industria...
Siempre, sí, muy por detrás.  

¿Qué impacto cree que tienen los mensajes y las imágenes que aparecen en las cajetillas de tabaco sobre los fumadores? 
Seguramente más en los que se están iniciando. Cuando ya se ha empezado no es que les dé igual lo que vean es que ya tienen una adicción.

¿Cuándo se habla de una adicción?
Una vez le escuché a David Burgos, psicólogo de la asociación de ludopatía, una definición que me gustó: podemos hablar de una adicción cuando la persona está haciendo algo que le anula la voluntad. La gente viene aquí y me dice, 'es que no tengo fuerza de voluntad' y es que esa es la definición de adicción: anulación de la voluntad, estás haciendo algo que no quieres hacer pero no puedes dejar de hacerlo. ¿Qué podemos ofrecer, entonces? Herramientas para que puedan dejarlo. 

podemos hablar de una adicción cuando la persona está haciendo algo que le anula la voluntad".

¿Por qué se sigue fumando si se sabe a ciencia cierta que es algo que nos va a enfermar y, probablemente, matar?
Pues porque a la edad a la que se empieza a hacerlo nadie piensa en la enfermedad ni en que se va a morir. Ahí está el juego. Si alguien no empieza a fumar antes de los 21 años es difícil ya que lo haga. Cuanto más joven se es el cerebro tiene una mayor predisposición a ser adicto a cualquier tipo de sustancia. Porque no se tiene la capacidad de discernir. Terenci Moix, que murió de un enfisema pulmonar, lo decía muy bien: me presentaron el tabaco a una edad en la que yo no podía discernir los disfraces que traía la muerte. Tiene un artículo muy bonito, que escribió poco antes de morir, que se titula 'Yo fui esclavo del tabaco'.

¿Les cuenta esto a los estudiantes cuando va a darles charlas?
Pues, verás, cada vez lo abordamos menos desde el punto de vista de la salud por esto que te cuento, porque con 14 o 15 años nadie piensa en la enfermedad ni en la muerte. Es un argumento necesario pero no suficiente. Quienes trabajamos en esto buscamos cómo llegar porque vemos que los jóvenes siguen fumando y porque probablemente hay que abordarlo desde muchos frentes, empezando por la permisividad social, por eso trabajamos mucho por crear 'espacios de salud' porque si se interactúa menos en espacios en los que hay humo tendré menos probabilidad de fumar y protejo mi salud. Yo les digo a los chavales que no fumar no es ya una mera cuestión de respeto sino de salud porque un cigarrillo no solo me molesta sino que me enferma y les pongo como ejemplo a alguien al que le encantara el olor del insecticida y  que fuera con un espray echándoselo a los demás. Hay que cambiar esa idea de 'tolerancia' que está sostenida en la publicidad y la presión de los lobbys. 

un cigarrillo no solo me molesta sino que me enferma y les pongo como ejemplo a alguien al que le encantara el olor del insecticida"

Da la impresión de que este país, después de la 'audacia' de las leyes antitabaco de 2005 y 2010 se ha quedado estancado. ¿Por qué cree que no sale adelante la reforma de esas normas que prevé hacerlas más ambiciosas? 
Es verdad que entonces se actuó con mucha ambición y se hizo un avance increíble pero ahora no se está dando esa respuesta que se tiene que dar porque esto sigue enfermando y matando, pero no te sé decir por qué. Lo que sí sé es que la última ley del tabaco ha sido una de las principales normas de salud pública que ha tenido España y que ha aumentado la esperanza de vida de la población.

A pesar de que, a priori, tienen bastantes cosas en contra con la publicidad y las leyes ustedes desde la Asociación Española contra el Cáncer han ayudado a dejar de fumar a más de cinco mil personas. ¿Cuál es su secreto?
Pues que no hay magia, que hay trabajo, que la gente que acude aquí lo hace con una necesidad y vienen por su voluntad y que lo que les ofrecemos está basado en la ciencia, pero he de decir que no es rápido, que no es una solución inmediata. Dejar de fumar es un proceso de aprendizaje, aprendiste a fumar y ahora tienes que aprender a dejarlo, y un proceso conlleva tiempo. La clave está en sostenerles en ese tiempo, adaptarnos a formatos on line, a aplicaciones de móvil...  y dar respuestas a las necesidades individuales dentro del trabajo grupal, además de tener un gran equipo con profesionales que tienen grandes conocimientos y que han hecho de la lucha contra el tabaco su bandera.