Galbarros acepta la apertura de una cantera

S.F.L.
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El proyecto Roca de Caborredondo afectará solo a una superficie de 2 hectáreas de una parcela de 87. La promotora, Areniscas Sierra de la Demanda, ya realizó la investigación del suelo y espera la evaluación de impacto ambiental

Imagen de archivo de la cantera de piedra arenisca que la empresa explota en Palacios de la Sierra. - Foto: VALDIVIELSO.

El desconocimiento sobre el proyecto de explotación de una cantera de piedra caliza ornamental en el término municipal de Galbarros va más allá del de los propios vecinos. El alcalde del municipio, Miguel Cuesta, reconoce que los pocos datos de los que dispone se los ha «trasladado la Junta» y asegura que la promotora, Areniscas Sierra de la Demanda, «nunca ha contactado» con el Ayuntamiento para exponer las intenciones que tienen previstas llevar a cabo en un pequeño valle situado a escasos kilómetros de la localidad. Si bien, «conocemos el lugar elegido para su ubicación y no nos oponemos a la apertura porque desde el pueblo no veremos nada y no generará un gran impacto visual en la zona», declara el político. 

La Junta concedió hace tiempo el permiso de investigación que solicitó la compañía para utilizar ciertos terrenos y realizar los estudios necesarios antes de desarrollar el proyecto, que lleva en tramitación «más de seis años», manifiestan fuentes de la empresa, que generalmente trabaja en la extracción de piedra arenisca pero con idea de ampliar negocio con la caliza. Obtuvieron los resultados esperados en los estudios del material y, en la actualidad, esperan a que la administración regional comunique la evaluación de impacto ambiental definitiva. «Hay que ir paso a paso y ello implica que un proyecto de estas características se demore demasiado. En el momento en el que recibamos la autorización, iniciaremos la explotación», añaden.  

Ante la incertidumbre de no poder estipular una fecha concreta de inicio de la actividad, desde Areniscas Sierra de la Demanda sí adelantan que «el paisaje no se verá alterado en Galbarros, porque pretendemos extraer poca cantidad en pocas alturas». Asimismo, seguirán unos planes de restauración que exige la Sección de Minas de Medio Ambiente, que indica que en los lugares en los que hay una cantera y piedra que retirar las promotoras están obligadas a repoblar la zona. «Lo llamamos restauración y plantamos diferentes especies arbóreas comunes en el área, por ello la alteración generada de las intervenciones que realizaremos será mínima», aclaran.

El proyecto afectará a una superficie aproximada de dos hectáreas de un terreno de 87,50 y, a pesar de que aún no disponen de los permisos, la compañía calcula que extraerán piedra durante 10 o 15 años, con posibilidad de prorrogar el tiempo y parar y retomar la actividad según sea necesario. Respecto a los posibles puestos de trabajo que se generarán a raíz de desarrollar el proyecto en el territorio burebano, «no nos lo hemos planteado ya que tenemos empleados que se encargarán, en un principio, de las labores en esa localidad», afirman. La piedra que obtengan la exportarán tanto en España como en el extranjero.  

En el Páramo de Masa. Los ayuntamientos de Poza de la Sal, Merindad de Río Ubierna y Castil de Lences, y multitud de vecinos de otros puntos del territorio presentaron más de 200 alegaciones en contra de la explotación minera proyectada por el empresario Pablo Martínez en el Páramo de Masa. Sin embargo, muy a su pesar, la presión provocada fue pequeña y el Servicio de Minas de la Junta ha concedido al promotor la autorización para iniciar la investigación en la zona. El impulsor desconoce lo que se encontrará bajo tierra pero siempre ha mostrado tener buenas sensaciones. Desde ahora dispone de tres años para realizar sondeos y encontrar «cantidades importantes» de piedra caliza.