Dentro de poco más de un año, los burgaleses elegirán en las urnas a la próxima Corporación municipal. Sea cual sea el color del Ejecutivo que asuma las riendas de la ciudad a partir de 2023, lo que se sabe ya es que su capacidad para escoger las inversiones a desarrollar en el primer año de legislatura estarán muy condicionadas a las decisiones que se han adoptado ya. Y esto es así porque el Gobierno de coalición del PSOE y Cs ha comprometido ya para el Presupuesto del próximo ejercicio inversiones por valor de algo más de 19 millones de euros.

El montante tan elevado de las inversiones se explica en que muchas de las actuaciones que ha lanzado el actual Ejecutivo no estarán listas al término de este mandato y, por tanto, el equipo de Gobierno entrante será el que corte la cinta de las inauguraciones. A intervenciones ya en curso se sumarán otras cuyas obras están adjudicadas y que no han arrancado e iniciativas en las que ahora solo existe un proyecto aprobado pero que el bipartito quiere poner en marcha en la recta final del mandato.

La herencia más costosa (puede que también la más lucida) que el PSOE se dejará a sí mismo o que entregará a sus adversarios políticos será la obra del futuro centro cívico de Fuentecillas. 

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