Desde una historia clínica que se pierde a los problemas para elegir médico, pasando por las desesperantes listas de espera o el trato dispensado en un transporte. La atención sanitaria, que mayoritariamente concita el reconocimiento de los pacientes cada vez que tienen que ser atendidos por el sistema público, genera al mismo tiempo miles de quejas cada año. Tantas como que en la provincia de Burgos han sido más de 10.500 en los últimos dos años.

La estadística que recoge el portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León refleja exactamente 10.586 reclamaciones sanitarias. En 2019 fueron algo más de 6.000 y en 2020, un año evidentemente condicionado por la pandemia, el dato descendió hasta poco más de las 4.500. Sin embargo, y teniendo en cuenta que en todas las provincias de la región descendieron las reclamaciones, Burgos se convirtió el año pasado en el territorio con mayor número por cada 100.000 usuarios al alcanzar las 111,4.

En 2019 había sido Salamanca la más destacada con una gran diferencia (llegó a presentar 230), seguida en segundo lugar por Burgos (158), pero en el pasado ejercicio la provincia charra registró un importante descenso y ahora son las tierras del Cid las que concitan más quejas, aunque solo por unas décimas.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)