Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


Burgos, estación ‘Termini’

08/08/2022

Se acaban de cumplir 30 años de la salida del primer AVE español. Recuerdo aquella conexión en directo del Telediario de las tres de la tarde entrevistando al ministro de entonces, Narcís Serra, metiendo prisa a las cámaras para que el primer viaje Madrid-Sevilla no sufriera demora. Apostar por estos trenes pato fue otra forma de decirle a Europa que estábamos dispuestos a acabar con todas las fronteras.

Como suele ser habitual en España, tal vez nos hemos pasado un poco de frenada. Claro, con trenes que corren a 270 kilómetros por hora, es normal. En otros países, la alta velocidad conecta las principales capitales. Para el resto sigue quedando la media distancia, tanto en vagones como en velocidades. El avance de la 'telaraña' veloz es incuestionable, pero el precio está siendo muy alto. Da penar ver tantas estaciones que en su día jugaron un papel importante abandonadas a su suerte por la pérdida de servicios, antesala del cierre. La España vaciada del interior es también la España invertebrada en la que están desapareciendo a marchas forzadas los 'esqueletos' de metal por los que muchas localidades se aferraban a alguna opción de futuro. Todo para que podamos presumir hoy de que tenemos más de 3.700 kilómetros de AVE y de que solo nos supera China (19 veces más grande que España).

Y en estas le tocó a Burgos. Tantos años de lucha para que el estreno esté ofreciendo más sombras que luces. Convoyes que llegan del País Vasco y que se quedan retenidos a la entrada como una fila de procesionarias... Rayos que nos dejan tres días sin servicio... Pero, lo que más ha acelerado la llegada del nuevo AVE, es el precio de los billetes, cuyo coste es directamente proporcional a una velocidad que pocas veces alcanza. Los que viajan con frecuencia a Valladolid tienen que pagarlos un 80% más caros de golpe (de unos 14 euros hasta 24 euros), porque dicen que se ha rebajado en 20 minutos el tiempo de viaje. Algo que apenas se cumple con tantos problemas por el cambiador de ancho en la estación y por el hecho de que haya una vía única para los dos sentidos. Por no hablar del precio hasta Madrid. Casi cien euros ida y vuelta. Solo hay dos trenes porque la demanda aún es escasa. Aunque ajusten los fallos técnicos ¿cree Renfe que aumentará la demanda en el futuro con estos precios?