Burgos cierra un año en positivo en lo que a los datos turísticos se refiere. La información periódica de la Encuesta de Ocupación Hotelera que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) anticipaba esa evolución favorable, con subidas ya fuera en número de pernoctaciones como de viajeros durante casi todos los meses del año, sobre todo durante la campaña de verano, a excepción de las bajadas registradas en marzo, octubre y noviembre. De hecho, agosto ya registró cifras récord, que se han confirmado una vez cerrado 2019.
Las estancias en establecimientos hoteleros alcanzaron el año pasado el máximo de la serie histórica del organismo estatal, que arranca en 1999. Se contabilizaron 1.361.396, superándose en casi 15.000 las computadas en la que hasta ahora había sido la mejor anualidad en este indicador, la de 2017. Sin embargo, no se ha conseguido alcanzar el dato de visitantes, al sumar 902.030 frente a los 904.121 de hace dos ejercicios.
Hace tiempo que se superó el millón de pernoctaciones en la capital y la provincia. Concretamente, se produjo en 2002 y ha ido manteniéndose con mayores o menores variaciones hasta que en 2008 se sobrepasó el 1.200.000 y en 2016 el 1.300.000. En cuanto a los viajeros, se arrancó la serie histórica con 634.345, llegando a los 800.000 hace ya un lustro.
Sin irse tan lejos, la evolución favorable del sector durante el pasado ejercicio se debió, principalmente, al turismo extranjero. Sus estancias en hoteles aumentaron un 6%, 24.690 más que el anterior, mientras que las de residentes en España escalaron tan solo un 1,3%. En este punto, cabe recordar que 2018 cerró con un descenso tanto en este indicador como en el del número de visitantes.
A ese retroceso se refiere Luis Mata, vicepresidente de la Federación Provincial de Hostelería y representante de los empresarios de hoteles. «Se ha recuperado la pérdida que hubo», manifiesta, aludiendo a varios factores para explicar la situación vivida.
Destaca la importancia de la ubicación geográfica de Burgos para atraer al viajero de paso a otros destinos y que decide quedarse aunque solo sea una noche. También hace referencia al tirón de los peregrinos del Camino de Santiago, al empuje del turismo congresual y al tradicional de fin de semana, principalmente familiar y que sigue recalando para ver la Catedral y disfrutar de la gastronomía.
ASIGNATURA PENDIENTE
Mata subraya, no obstante, que continúa habiendo una «asignatura» pendiente, la relacionada con la actividad empresarial. En este sentido, considera necesario el apoyo de todas las administraciones públicas para mejorar tanto las infraestructuras ferroviarias, como es la llegada del AVE, como las industriales para poder captar clientes.
En lo referente solo a la capital, destaca la «buena» temporada media-alta con un 64,5% de ocupación, que se acerca al máximo del 64,9% de 2017. «El balance es bueno y esperamos que este año se mejore con la mayor promoción del Centenario de Catedral, al igual que en 2021», concluye.