«Ha nacido una estrella», escribió la cuenta oficial en Twitter del Betis nada más terminar el partido de semifinales de la Supercopa de España contra el Barcelona, que acabó con derrota (2-2 y 2-4, en los penaltis), en referencia al brasileño Luiz Enrique.

El extremo ya estaba en el radar tras su destacado partido ante el Rayo el último fin de semana, y el pasado jueves en Riad demostró en un gran escenario porqué Antonio Cordón, director deportivo de la entidad verdiblanca, apostó por pagar unos 13 millones de euros por un chico del Fluminense para revitalizar el ataque del cuadro andaluz.

El flanco ofensivo de los de Manuel Pellegrini demandaba ese perfil, tan difícil de encontrar en el fútbol moderno, de extremo encarador, desparpajo, atrevimiento y fantasía en las ideas y en los pies. Todo eso lo reúne Luiz Henrique y lo puso sobre el verde en 120 minutos frente al Barça en los que acabó agotado físicamente.

Hasta Joaquín Sánchez, en al grada por molestias físicas, no pudo evitar reírse cuando, a falta de cinco minutos para acabar el encuentro y con el brasileño claramente cansado, pensó que aún le quedaba un regate más que dar.

Eso, tras firmar dos asistencias en los 115 minutos anteriores. La primera, tras un recorte dentro del área que engañó a tres defensas del Barcelona y provocó que Fekir pudiera recibir solo dentro del área; la segunda, a un Loren que se inventó un taconazo de lujo en el área pequeña para culminar otra acción exitosa en el uno contra uno del atacante.

Su actuación supone la culminación de un proceso que arrancó con críticas hacia el juego del brasileño y con el 'run-run' de ser demasiado grande el salto del Fluminense al Betis; pero solo necesitaba tiempo.

Adaptación

«Poco a poco estoy aprendiendo con el míster y el equipo. Me siento bien», reconoció tras el duelo de semifinales.

Una adaptación que ha llegado sumando en ataque, tres goles y cinco asistencias en 22 enfrentamientos, pero también en defensa. Las piernas acalambradas del extremo no se debieron solo a su desparpajo contra primero Jordi Alba y luego Marcos Alonso, también por ayudar a Aitor Ruibal y Sabaly a frenar a Ousmane Dembélé y Ferrán Torres.

Pulido por Pellegrini y su cuerpo técnico, el nombre de Luiz Henrique se coloca en la lista de esos que hay que ver cada fin de semana,  mientras que Antonio Cordón está tranquilo con el contrato hasta 2028 y una cláusula de 100 millones que firmaron en verano.