Los dos equipos burgaleses más representativos, Burgos CF y CD Mirandés, siguen en la Copa del Rey, por lo que ste miércoles estarán atentos a lo que les depare el bombo en el sorteo -17,00 horas- de los cruces de la segunda ronda de esta competición. Lo que es seguro es que no jugarán contra un Primera. 

Los blanquinegros se vieron obligados a jugarse el pase en la tanda de penaltis ante el Recreativo en el Nuevo Colombino, mientras que los rojillos tuvieron una primera toma de contacto más liviana y se impusieron por 0-2 al Vimenor en tierras cántabras.

Esta segunda eliminatoria se disputará entre el 20 y el 22 de diciembre, una vez haya llegado el parón liguero y antes de que comiencen las fechas navideñas en las que no habrá fútbol -la liga se reanudará el fin de semana del 7 y 8 de enero de 2023-. Los equipos de la provincia esperan rival y todo indica que tendrán que volver a jugar fuera de casa. No es imposible que actúen como locales, aunque es la opción que cuenta con menos probabilidades.

En esta primera ronda han caído 2 equipos de la máxima categoría -Almería y Cádiz-, así como 5 de Segunda -Huesca, Zaragoza, Ponferradina, Lugo y Leganés-. Así las cosas, ha habido 7 víctimas en el fútbol profesional, que sigue teniendo mayoría y serán 30 los conjuntos inscritos en LaLiga que disputen esta segunda eliminatoria. Continúan exentos los cuatro clubes que disputarán la Supercopa, Real Madrid, Barcelona, Real Betis y Valencia.

56 equipos y 5 bombos. En el sorteo que se celebrará en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas habrá 56 equipos, que estarán repartidos en 5 bombos y de los que saldrán los 28 emparejamientos que se disputarán en esa tercera semana de diciembre. En uno estarán los 14 equipos de Primera, en otro los 16 de Segunda, habrá 11 representantes de la Primera RFEF, 13 de la Segunda RFEF y 2 equipos provenientes de la Copa Federación. Se seguirá jugando a partido único y en el feudo del equipo de menor categoría.

Ni Burgos ni Mirandés tendrán opción de cruzarse contra un equipo de la máxima categoría. Los conjuntos de la Liga Santander quedarán repartidos entre los equipos provenientes de la Copa Federación y los de Segunda Federación. Uno de los conjuntos de la cuarta categoría nacional se quedará libre después de que salgan todos los 'primeras', por lo que esa escuadra se medirá a un representante de la Liga SmartBank, que podría ser el cuadro blanquinegro o el rojillo.

Ambos tienen esa pequeña posibilidad de verse con un equipo de esta división, aunque es mínima. Las mayores opciones es que los burgaleses tengan que enfrentarse a uno de los equipos de Primera Federación que quedan en competición. 11 equipos de Segunda se van a medir a un rival de esta división, por lo que quedarán 4 sin pareja. 

De ese cuarteto saldrán las dos eliminatorias que enfrentarán a equipos de Segunda División, algo que ya le pasó la anterior temporada a a los dos equipos burgaleses. Los blanquinegros se midieron al Zaragoza en La Romareda y cayeron, mientras que el Mirandés superó al Lugo en el Anxo Carro.

Así las cosas, la dificultad para Burgos y Mirandés en esta ronda puede ser muy variable, ya que las posibilidades van desde visitar el campo del Coria, el Arnedo o el Gernika, por poner tres ejemplos de equipos de Segunda Federación, a tener que jugarse el pase en el campo del Eibar, de Las Palmas o del Alavés.

En estos casos, las prioridades de los clubes es que toque el rival más asequible posible, que el desplazamiento sea corto y cómodo y que el terreno de juego sea de hierba natural y no tenga excesivas peculiaridades. Las opciones son muchas y dispares, por lo que en Anduva y El Plantío cruzan los dedos para que la fortuna les sonría.

Existe la posibilidad de que haya derbi burgalés. Esta segunda ronda de la Copa del Rey podría deparar un duelo provincial entre el Burgos y el Mirandés. Habrá cuatro equipos de la Segunda División que se enfrenten entre ellos y existe la opción que sean los dos burgaleses, ya que en el sorteo no existirá ninguna discriminación por ser de la misma provincia.

Se jugaría en el campo del primero que saliera en el emparejamiento -el que salga en la primera bola es el local- y sería un aliciente importante para ambas aficiones en el que sería el último partido de 2022.

No es imposible, aunque lo cierto es que estadísticamente es complicado que esto suceda. Ante la imposibilidad de jugar ante un Primera, un derbi podría suponer una inyección económica para el equipo que sea el anfitrión del encuentro.