Hace un mes que el PSOE anunció la presentación de una propuesta no de ley ante las Cortes de Castilla y León para solicitar la creación de sendas facultades de Medicina en León y Burgos, alineándose así con la demanda histórica que lleva reclamando la UBU y que también reivindica la primera. La moción no será debatida hasta el martes, 29 de noviembre, dentro de una batería de peticiones, precisamente un día antes de que se aborde en el mismo escenario la proposición que ha registrado esta semana el PP sobre dicho debate.

En su escrito, los populares valoran primero de forma positiva que pueda ampliarse la oferta académica de las cuatro instituciones docentes públicas de la región, si bien instan a la Junta a que, con absoluto respecto a la autonomía universitaria, «proceda a convocar con inmediatez la comisión académica del Consejo de Universidades de Castilla y León». Es este órgano el  consideran que, «en el caso de que por parte de cualquiera de las universidades de la región se formalice una solicitud de nueva enseñanza oficial, incluidas los grados de Medicina en León y Burgos, consensúe la propuesta para que las universidades interesadas eleven su solicitud conforme al decreto de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias Oficiales», además de aportar la documentación de organización y aseguramiento de la calidad de dicha titulación.

Junto a esta petición, el PP añade una segunda en la reclama al Gobierno regional que se dirija al de España «a fin de que incremente la convocatoria de plazas MIR en número suficiente para absorber a todos los egresados de las facultades de Medicina en España». 

En su exposición de motivos, el Partido Popular asegura que Salamanca y Valladolid, los dos únicos campus que imparten este grado en la Comunidad, ofertan un total de 405 plazas por curso, lo que, en su opinión, esos puestos de nuevo ingreso «son superiores a la oferta existente» en otras regiones con «una población similar, dando lugar a una buena ratio» entre las vacantes y la población existente.

Partiendo de esta base,  explican que la iniciativa para solicitar la implantación de este título corresponde a las propias instituciones académicas en base a su autonomía, al tiempo que añaden que tanto esta petición como la de cualquier otra carrera «se propone, debate y acuerda» en la citada comisión académica del Consejo de Universidades de la región.

En el caso de los grados de Ciencias de la Salud, aseguran que uno de los criterios a tener en cuenta en su ordenación y en la preparación de las memorias, además del número de plazas ya existentes en Medicina, es el número de egresados que salen de las facultades cada año y su relación con la oferta de especialistas del Sistema Nacional de Salud. Por ello, consideran necesario la existencia de un equilibrio entre la formación de profesionales y la capacidad de absorción de este último, en línea con la postura de la conferencia de decanos de estas facultades.