Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Del francés féminisme

26/01/2022

La principal herramienta que posee nuestro copioso idioma, para conservar y acrecentar su riqueza, es el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el cual da cuenta del español de manera rigurosa desde 1780, con la intención de recoger el léxico general utilizado en España y en los países hispánicos. Se dirige, fundamentalmente, -añade en su prólogo- a hablantes cuya lengua materna es el español, quienes encontrarán en él recursos suficientes para descifrar textos escritos y orales. 

Aunque lo que voy a decir suene a viejuno, creo que, si cada uno de nosotros tuviera antes en su casa un ejemplar de este diccionario que un teléfono móvil, y lo consultáramos un 0,5% del tiempo que dedicamos a mirar el WhatsApp, quizá, nos entendiéramos un poco mejor. 

El diccionario de la Real Academia de la Lengua contempla dos acepciones para el vocablo feminismo, que cito literalmente a continuación: 1.m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. 2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo. A esas definiciones, añade el diccionario el origen de la palabra, que transcribo también aquí literalmente: Del fr. féminisme, y este del lat. femina 'mujer' y el fr. -isme-'ismo'

Creo que el significado del concepto de feminismo es el que en más ocasiones he escuchado y he tenido que aclarar. Y aunque puedo entender, que no compartir, que pronunciarlo alto y claro pueda asustar hacerlo en lugares como Afganistán, Arabia Saudí, Pakistán o El Chad, me duele que las reminiscencias de haber sido hace décadas uno de los países más machistas del mundo perduren de tal manera que aún cueste utilizarlo en España.

Me sonroja, incluso me indigna, como mujer y como española, que el último ejemplo de ello haya sido el decano del Colegio de Abogados de Madrid, José María Alonso, quien haya afirmado que la justicia ni es feminista ni machista, sino independiente, como si precisamente el que fuera feminista, y no la connivencia política, la corrupción o la falta de recursos del sector…, impidiera esa independencia. 

Estoy infinitamente aburrida de explicarlo, pero creo que hay que seguir haciéndolo. Repito, feminismo: principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.